2024: Retos Globales y Crisis Humanitarias Inéditas

María MR

El año 2024 se ha caracterizado por una agitación global sin precedentes, marcada por el surgimiento de nuevos conflictos, la intensificación de crisis humanitarias existentes y un aumento alarmante de desastres climáticos. Hasta mediados de año, cerca de 123 millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares debido a conflictos y persecuciones, un número que continúa en aumento, especialmente ante la escalada de tensiones en Oriente Próximo y la persistente violencia en países como Sudán, Ucrania y la República Democrática del Congo.

La crisis en Sudán es considerada una de las más severas del mundo, con más de 12 millones de personas desplazadas desde que comenzaron las hostilidades en abril de 2023. Este conflicto ha dejado a la población en una situación crítica de inseguridad alimentaria, donde más de la mitad enfrenta una grave hambruna. Los gobiernos de países vecinos como Chad y Sudán del Sur, que ya luchan con la crisis humanitaria, se ven abrumados por condiciones aún más difíciles, especialmente durante la actual temporada de lluvias que ha empeorado la situación en los campamentos de refugiados, favoreciendo la aparición de brotes de enfermedades.

En el Líbano, la escalada de ataques aéreos ha llevado a que cerca de 900,000 personas sean desplazadas internamente, mientras que otros 557,000 han buscado refugio en Siria. A pesar de un alto el fuego reciente, muchas áreas del Líbano han quedado devastadas, lo que ha complicado el retorno y la reconstrucción para aquellos que han vivido el conflicto.

Siria, que enfrenta una larga y dolorosa crisis de desplazamiento, se encuentra ahora ante una nueva ola de evacuaciones y un futuro incierto tras el derrocamiento de su gobierno. Actualmente, más de 13 millones de personas siguen desplazadas, muchas de las cuales corren el riesgo de ser nuevamente forzadas a huir.

Mientras tanto, en Ucrania, más de 6.7 millones de personas han sido desplazadas a causa de la invasión rusa. La continua guerra ha impuesto condiciones inhumanas, llevando a un mayor número de ucranianos a buscar seguridad en el extranjero.

La situación en Afganistán no es menos preocupante; miles de personas han sido desplazadas debido a inundaciones devastadoras y a la represión de los derechos humanos, en particular afectando a mujeres y niñas. La crisis en la República Democrática del Congo es igualmente compleja, con millones de personas desplazadas por conflictos y una escasez crítica de ayuda humanitaria.

El cambio climático añade otra capa de desafío a estas crisis. Con el 2024 en camino a convertirse en uno de los años más cálidos jamás registrados, los desastres climáticos han desplazado a comunidades enteras, muchas de las cuales ya eran vulnerables debido a conflictos.

Organizaciones como ACNUR están trabajando incansablemente para brindar asistencia a los desplazados, abogando por soluciones sostenibles que permitan a estas personas contribuir a sus nuevas comunidades, mientras se busca resolver los conflictos que los han obligado a salir. Enfrentar esta crisis humanitaria requiere una respuesta global coordinada, capaz de abordar tanto las necesidades inmediatas como las dificultades a largo plazo de millones de personas atrapadas en un ciclo incesante de desplazamiento.