El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha tomado medidas decisivas para enfrentar el brote de cólera en Sudán, enviando un cargamento con 1,4 millones de dosis de vacunas orales contra esta enfermedad. Estas vacunas llegaron el pasado sábado a la ciudad de Port Sudan como parte de una estrategia para proteger a los niños sudaneses de esta devastadora amenaza. El brote, que se detectó en julio de 2024, ha resultado en más de 18.000 casos y aproximadamente 550 muertes en diez estados del país africano.
Este nuevo lote de vacunas se suma a las 404.000 dosis administradas el mes anterior y se empleará en las continuas campañas de inmunización. El objetivo es vacunar a 1,81 millones de personas en los estados más afectados, como Gedaref, Kassala y Río Nilo, tratando de contener la propagación de la enfermedad.
Sin embargo, el cólera no es el único desafío sanitario que enfrenta Sudán. El país también sufre de brotes simultáneos de dengue, malaria y sarampión, que han impactado al menos a doce de los dieciocho estados de la nación. En respuesta, a principios de esta semana, UNICEF también distribuyó casi 190.000 dosis de vacunas contra la malaria, en un esfuerzo por proteger a los más jóvenes.
Sheldon Yett, representante de UNICEF en Sudán, ha advertido sobre el devastador impacto potencial de estas epidemias actuales, especialmente en un contexto de guerra, desplazamiento y hambruna que agrava la ya crítica situación. Subrayó la importancia de entregar estas vacunas a los centros de salud y a las comunidades más vulnerables para frenar la expansión de las enfermedades.
El sistema de atención sanitaria de Sudán está al borde del colapso debido a estos brotes, así como a las deficiencias en su infraestructura de saneamiento e higiene. UNICEF ha destacado que la falta de acceso a agua potable y condiciones adecuadas de saneamiento, sobre todo en los campamentos de desplazados, aumenta el riesgo de contraer cólera y otras enfermedades. Los niños no vacunados o desnutridos son particularmente vulnerables en este contexto.
Ante esta alarmante situación, Yett ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe rápidamente y amplíe la respuesta a esta crisis, con el objetivo de detener la epidemia de cólera y proteger a los niños más vulnerables. UNICEF ha solicitado recursos por 40 millones de dólares de los donantes para reforzar sus esfuerzos en prevenir la hambruna y los brotes de enfermedades en los próximos seis meses.
