Últimas novedades del Hospital del Mar: Avances y proyectos innovadores

El Hospital del Mar participa en la creación de un modelo para pronosticar la mortalidad a 90 días de pacientes oncológicos que ingresan de urgencias

El Hospital del Mar ha dado a conocer un avance impresionante en el campo de la oncología, al participar en el desarrollo de una innovadora herramienta predictiva para estimar la mortalidad a 90 días de pacientes con cáncer que ingresan por urgencias. Este modelo, conocido como PROMISE Score, ha sido elaborado en colaboración con el Hospital Vall d’Hebron y validado con pacientes del Hospital de Sant Pau y el propio Hospital del Mar.

La PROMISE Score es una aplicación web que permite a los oncólogos evaluar rápidamente el pronóstico de los pacientes, diferenciando aquellos que pueden tener un resultado favorable de quienes podrían necesitar intervenciones más intensivas. La herramienta funciona a partir de cinco parámetros de riesgo que se obtienen fácilmente en el momento del ingreso del paciente. Esta capacidad de proveer información inmediata es crucial para mejorar la calidad del cuidado y evitar procedimientos innecesarios y dolorosos.

Específicamente diseñada para pacientes con cáncer metastásico que presentan síntomas graves como dolor agudo, fiebre o dificultad para respirar, la PROMISE Score utiliza datos tanto clínicos como de laboratorio para calcular el riesgo de muerte en los próximos 90 días. Este enfoque busca aportar un valioso apoyo a los profesionales sanitarios en la determinación de las mejores estrategias de tratamiento.

La doctora Sònia Servitja, destacada oncóloga médica, subrayó la importancia de una herramienta de este tipo para adaptar la intensidad de los tratamientos a las necesidades específicas de cada paciente, empleando datos objetivos y constantemente actualizados. A partir de un análisis de un grupo de 1.009 pacientes, se han identificado variables clave en el pronóstico, como los niveles de la enzima LDH, la cantidad de neutrófilos y el estado nutricional.

Este modelo no solo representa un avance significativo en el cuidado de los pacientes oncológicos, sino que también abre la puerta a un tratamiento más personalizado. La capacidad de prever mejor los resultados podría no solo incrementar las tasas de supervivencia, sino también contribuir a un manejo menos invasivo y más humano de la enfermedad.