El almacenamiento de energía y la hibridación están emergiendo como pilares fundamentales en el sector energético global. Estos componentes son esenciales para integrar las energías renovables y optimizar la estabilidad del sistema eléctrico. Aunque el camino no está exento de desafíos, como la necesidad de agilizar los permisos, crear un mercado de capacidad y establecer marcos normativos claros, la industria energética mira al futuro con optimismo, vislumbrando un lustro en el que las baterías y la hibridación serán protagonistas indiscutibles.
Esta visión fue destacada durante la 49ª edición de los webinars mensuales de AleaSoft Energy Forecasting, celebrada el 14 de noviembre. Luis Marquina de Soto, presidente de AEPIBAL, subrayó la importancia estratégica del almacenamiento en la transición energética. Destacó su papel crucial en la gestión de tecnologías intermitentes como la eólica y la solar, que ayuda a reducir la volatilidad de los precios de mercado y los excesos de producción, asegurando así un suministro energético más sostenible y equilibrado.
En España, los avances han sido significativos en el último año. Se ha lanzado la primera licitación dedicada a proyectos híbridos, respaldada por un fondo de 150 millones de euros, y se prepara otra para proyectos independientes con el mismo presupuesto. Además, el mercado libre está en expansión con 18 GW ya asignados a proyectos de baterías y otros 10 GW en espera, reflejando el creciente reconocimiento del almacenamiento como elemento crucial para la expansión de las energías renovables.
No obstante, persisten ciertas inquietudes. La normativa actual, que en ocasiones es ambigua, podría obstaculizar la prioridad de despacho de plantas fotovoltaicas híbridas. También existe incertidumbre sobre la aplicación del IVPEE al almacenamiento y sobre la gestión de las Garantías de Origen en las instalaciones hibridadas, lo que genera dudas en el sector.
El costo del CAPEX para proyectos de baterías ha disminuido aproximadamente un 30% en el último año, lo que augura una rentabilidad moderada pero creciente. Esto, especialmente si el mercado de capacidad se materializa con condiciones similares a las actuales subvenciones, será esencial para asegurar la viabilidad financiera de futuros proyectos.
De cara al 2025, un año clave para la implementación de estas tecnologías, la industria enfrenta retos regulatorios y sociales. Es vital realizar reformas que fomenten un entorno propicio para la inversión y que aumenten la aceptación social de los proyectos de baterías. A pesar de los obstáculos, el almacenamiento se posiciona como indispensable en el avance de las energías renovables, anticipando un futuro donde las baterías y la hibridación tendrán un rol crucial en la transición energética mundial.