El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha puesto en marcha el proyecto de duplicación de la carretera N-350 y el acceso sur al puerto Bahía de Algeciras, marcando un hito importante en la mejora de las infraestructuras de transporte en la provincia de Cádiz. Esta iniciativa, que abarca las carreteras N-350, N-340 y A-7, se lleva a cabo con un significativo presupuesto de 50,3 millones de euros, financiado bajo el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El proyecto no solo busca mejorar la conectividad de una de las áreas portuarias más importantes de España, sino que también se enmarca dentro de un conjunto más amplio de esfuerzos por optimizar y modernizar las infraestructuras de transporte en Andalucía. La planificación detallada de las obras incluye la demolición del actual tramo que conecta la A-7 con la N-340, el cual evitan pasar por la glorieta de Los Pastores-Saladillo. Este paso incluye la eliminación de la estructura circular y los terraplenes de acceso, para dar lugar a una nueva construcción que promete mejorar la circulación y la seguridad vial en la zona.
La renovación del acceso al puerto es un elemento clave para facilitar el transporte de mercancías y el flujo de turismo, aspectos esenciales para la economía de la región. Con estas mejoras, se espera no solo optimizar la movilidad local y regional, sino también aportar un beneficio económico tangible en términos de generación de empleo durante y después de la ejecución del proyecto.
Este desarrollo se alinea con los objetivos del programa NextGenerationEU, que busca la recuperación económica y la transformación de infraestructuras clave a través de inversiones sostenibles. El impacto positivo de esta obra se extiende más allá de la mejora del tráfico, ya que apoya una transición hacia un modelo de movilidad más sostenible y eficaz, en consonancia con las preocupaciones medioambientales y socioeconómicas actuales.
La ejecución de estas obras representa un compromiso firme del Gobierno hacia la modernización de las infraestructuras del país, mejorando no solo la calidad de las mismas, sino también la vida de las personas que dependen de estos corredores viales para sus actividades diarias. Así, el proyecto de duplicación de la N-350 y sus conexiones se perfila como un ejemplo de cómo las inversiones públicas pueden impulsar la infraestructura crítica, adaptándola a los retos y necesidades del futuro.