La Comisión Europea ha aprobado formalmente el Plan Fiscal y Estructural presentado por España, en un paso clave que se inserta dentro del nuevo marco de gobernanza económica y fiscal de la Unión Europea. El plan, que fue dado a conocer por el gobierno español el 15 de octubre, se convirtió en un tema central durante la Presidencia española del Consejo de la UE, destacándose el papel crucial de España en su definición y negociación.
Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, ha resaltado que España liderará el crecimiento económico entre las grandes economías de Europa, con una proyección del 3% para 2024. Este crecimiento previsto casi cuadruplica el promedio de la zona euro y se sustenta en un mercado laboral sólido, un consumo robusto y un sector exterior resistente. Cuerpo enfatizó que este crecimiento equilibrado está acompañado por un firme compromiso con la responsabilidad fiscal, lo cual permitirá proteger el Estado del bienestar y garantizar las inversiones futuras.
El plan, que se extiende a lo largo de cuatro años, incluye una consolidación fiscal que se prolongará durante siete años a través de medidas adicionales, asegurando así la sostenibilidad de la deuda en el medio plazo. Bruselas ha expresado su respaldo a la proyección de un crecimiento medio del gasto primario neto del 3,4% para 2025-2028. Este marco estratégico permitirá que la deuda pública descienda por debajo del 100% del PIB para el año 2027, y aspira a reducir el déficit público al 0,8% en 2031.
Además de asegurar estabilidad fiscal, el plan proyecta una ambiciosa hoja de ruta de modernización que abordará sectores estratégicos como la transición verde y digital, la seguridad energética, y el fortalecimiento de las competencias profesionales y el ambiente empresarial. El acceso a la vivienda también se verá reforzado. La reciente reforma fiscal aprobada busca incrementar los ingresos y actualizar el sistema tributario.
Este conjunto de reformas e inversiones abarcará mejoras tanto en capital humano como en infraestructura física, con propuestas para optimizar el mercado laboral, facilitar la homologación de títulos y reducir barreras burocráticas para los negocios. En el ámbito presupuestario, se pondrá un fuerte énfasis en la reducción del gasto y el aumento de la eficiencia.
La aprobación del plan por parte de la Comisión Europea constituye el primer paso dentro del nuevo marco de gobernanza económica, garantizando que los estados miembros cumplan con los criterios de deuda y déficit, mientras llevan a cabo reformas e inversiones esenciales que permitirán enfrentar los desafíos del semestre europeo y cumplir con las prioridades de la UE. En el caso de España, el periodo de ajuste podría extenderse por tres años adicionales, en vista de los compromisos adicionales asumidos.