La situación en Haití se ha deteriorado de manera alarmante desde que grupos armados comenzaron a sitiar la capital, Puerto Príncipe, el 11 de noviembre. En medio de una espiral de violencia que ha dejado a cientos de personas muertas y heridas, alrededor de 42.000 habitantes se han visto obligados a huir en busca de seguridad, muchas por segunda o tercera vez. La agencia de las Naciones Unidas para la infancia, UNICEF, destaca que incluso los distritos que se consideraban seguros han sido blanco de ataques, incrementando el número de familias desplazadas y obstaculizando la prestación de servicios esenciales.
Durante el año 2024, la violencia ha cobrado miles de vidas en Haití, situando al país frente a una de las crisis humanitarias y de seguridad más severas de los últimos años. Ante esta situación, UNICEF ha ajustado sus estrategias para atender las urgentes necesidades de los niños y las familias más vulnerables en este escenario tan complejo. La organización está proporcionando asistencia inmediata en los campamentos para desplazados y en barrios más empobrecidos mientras planifica su recuperación a mediano y largo plazo.
No obstante, las operaciones de socorro están enfrentándose a severos desafíos debido a la imprevisible y volátil situación de seguridad en el país. La violencia armada, las carreteras bloqueadas, la escasez de combustible y las amenazas dirigidas al personal humanitario dificultan el traslado de ayudas esenciales. Para contrarrestar estos obstáculos, UNICEF y sus colaboradores están empleando medios alternativos, como el transporte marítimo y aéreo, para distribuir suministros a quienes más lo necesitan.
La emergencia humanitaria en Haití demanda con urgencia un aumento del financiamiento y una sólida respuesta coordinada. UNICEF subraya que con mayor apoyo, la organización y sus socios podrían ofrecer esperanza y alivio a las familias haitianas en estos tiempos calamitosos. Desde el comienzo de la reciente escalada de violencia, UNICEF ha desplegado ayuda en los campamentos de desplazados de todo Puerto Príncipe, como Pétion-Ville, donde cerca de 2.800 personas, principalmente mujeres y niños, han buscado refugio. La asistencia de emergencia beneficia a 50.000 personas en diez localidades densamente pobladas, cubriendo prioridades como agua, saneamiento, protección infantil y servicios de nutrición.
En los barrios y campos de desplazados donde el suministro de agua potable ha sido cortado, UNICEF ha estado distribuyendo agua en camiones, un esfuerzo crucial dada la amenaza constante del cólera que pone en riesgo a los menores. Para prevenir el reclutamiento de niños por parte de los grupos armados, la agencia está ofreciendo apoyo psicológico y protección a menores no acompañados, además de abordar la violencia de género en diversas zonas de desplazados.
Además, UNICEF está respaldando la nutrición de unas 16.000 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas, en clínicas y centros de salud que atienden casos de desnutrición aguda grave. También se están llevando a cabo transferencias de efectivo en los campamentos de desplazados, beneficiando a miles de hogares vulnerables en la región. La magnitud de la crisis en Haití exige una movilización extraordinaria de recursos y esfuerzo internacional para mitigar el daño y comenzar un camino hacia la recuperación.