La 16ª Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación culminó en Riad, Arabia Saudí, tras dos semanas de intensas discusiones sobre la degradación de la tierra, la desertificación y la sequía. Estos temas impactan a una cuarta parte de la población mundial, por lo que se reunieron casi 200 países para buscar soluciones. Los participantes se comprometieron a dar prioridad a la recuperación de tierras y a mejorar la resistencia a la sequía en sus políticas nacionales, resaltando la importancia de la cooperación internacional para promover la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático.
Aunque no se logró establecer un nuevo régimen global contra la sequía, los países salieron con una declaración política sólida y 39 decisiones que delinean el camino futuro. Las sequías afectan a alrededor de 1,800 millones de personas en todo el mundo, con un impacto económico estimado de 300,000 millones de dólares al año, amenazando sectores vitales como la agricultura y el suministro de agua.
Entre los logros de la COP16, se destacó el lanzamiento de un prototipo del Observatorio Internacional de la Resiliencia a la Sequía. Esta plataforma mundial apoyada por inteligencia artificial ayudará a los países a evaluar su capacidad de respuesta ante sequías severas. Asimismo, se movilizó al sector privado mediante la iniciativa Business4Land y se crearon grupos de trabajo para incluir las perspectivas de pueblos indígenas y comunidades locales.
Oliver Tester, representante de los pueblos indígenas de Australia, expresó su satisfacción por el avance en la inclusión de sus voces en la protección de la Tierra. Los países acordaron sentar las bases para un régimen mundial contra la sequía, con la esperanza de finalizarlas en la próxima conferencia COP17, que tendrá lugar en Mongolia en 2026.
La conferencia fue la más numerosa y diversa hasta la fecha, con más de 20,000 participantes, incluyendo un número récord de jóvenes y representantes de sectores como la agroalimentación y las finanzas. Amina J. Mohammed, secretaria general adjunta de la ONU, subrayó la importancia de la inclusión de jóvenes y comunidades indígenas en el desarrollo de soluciones sostenibles.
La Convención estima que se requiere una inversión de al menos 2.6 billones de dólares hasta 2030 para restaurar más de mil millones de hectáreas de tierras degradadas y aumentar la resiliencia ante la sequía. Se realizaron promesas de inversión tanto para la restauración de tierras a gran escala como para iniciativas existentes, como la Gran Muralla Verde, destinada a restaurar 100 millones de hectáreas en el Sahel.
El secretario ejecutivo de la Convención, Ibrahim Thiaw, concluyó destacando que las soluciones ya están al alcance y que las decisiones tomadas en la COP16 influirán en el futuro del planeta y en las vidas de aquellos que dependen de él.