Éxito en la Conservación de Óvulos: Alta Tasa de Supervivencia en Reproducción Asistida

En España, la maternidad ha experimentado un notable cambio en los últimos años, reflejado en el creciente número de mujeres que deciden ser madres después de los 40 años. Esta tendencia ha visto un incremento significativo, duplicando la cifra de las últimas dos décadas. Ante este panorama, la demanda de técnicas de preservación de óvulos ha aumentado, proporcionando a las mujeres la oportunidad de retrasar la maternidad sin comprometer la calidad de sus óvulos.

Estefanía Rodríguez, jefa de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital de Día Quirónsalud Donostia y Policlínica Gipuzkoa, destaca la importancia de realizar esta preservación antes de los 35 años. A partir de esta edad, la calidad y cantidad de los óvulos empiezan a disminuir de manera significativa. Rodríguez aclara que preservar los óvulos en un momento en el que aún mantienen buena calidad aumenta las probabilidades de lograr un embarazo exitoso en el futuro.

El proceso de preservación de óvulos se asemeja al procedimiento de fecundación in vitro. Comienza con una estimulación ovárica mediante medicación hormonal que dura entre 10 y 12 días. Posteriormente, se realiza la extracción de los óvulos en un quirófano bajo sedación, asegurando así que la paciente no sufra molestias. El mismo día de la intervención, se evalúa cuántos óvulos han sido recuperados y cuántos son viables para su conservación.

Una vez vitrificados, los óvulos mantienen su calidad a lo largo del tiempo, un aspecto crucial para aquellas mujeres que desean posponer la maternidad. Esta técnica no solo permite la producción de embriones, sino que también asegura la calidad genética de los óvulos preservados. Según Rodríguez, las razones más comunes por las que las mujeres optan por esta técnica incluyen motivos laborales, sociales o personales.

Las técnicas actuales de vitrificación ofrecen un alto índice de éxito. La tasa de supervivencia de los óvulos es cercana al 90%, y en el caso de mujeres menores de 35 años, las posibilidades de conseguir un embarazo con óvulos vitrificados rondan el 50%, siempre que el esperma utilizado también sea de buena calidad.

Aunque la preservación de óvulos implica ciertos riesgos, estos son relativamente bajos. Durante la estimulación ovárica, algunas mujeres pueden experimentar hinchazón abdominal, y los riesgos de sangrado durante la extracción son mínimos. Luego del procedimiento, se administra un tratamiento antibiótico para prevenir complicaciones y se realiza un seguimiento personalizado para garantizar el bienestar de cada paciente.

La técnica ha evolucionado considerablemente en los últimos años, pasando de la congelación convencional a la vitrificación, que ha reducido notablemente las alteraciones en los óvulos. Según Rodríguez, anteriormente la congelación conllevaba un mayor riesgo de pérdida de calidad, un problema que ha mejorado sensiblemente con la adopción de la vitrificación, ofreciendo a las mujeres una opción más segura y efectiva para cuidar su futuro reproductivo.