La reciente escalada de tensión en Medio Oriente ha despertado serias preocupaciones a nivel internacional, especialmente tras los ataques registrados en Israel y Yemen, así como en el Mar Rojo. Khaled Khiari, subsecretario general de la ONU para Medio Oriente, advirtió sobre los peligros que podrían derivarse de esta situación, destacando que un aumento en las hostilidades podría amenazar la estabilidad en la región y acarrear consecuencias adversas en los ámbitos político, de seguridad, económico y humanitario.
En una sesión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Khiari abordó las hostilidades recientes entre los hutíes e Israel. Uno de los eventos más alarmantes fue el bombardeo israelí al aeropuerto de Saná, ocurrido el 26 de diciembre, el cual se llevó a cabo mientras una delegación de la ONU, liderada por el director general de la Organización Mundial de la Salud, se encontraba en la instalación.
Khiari subrayó el sufrimiento que una espiral interminable de violencia podría infligir a millones de personas en la región y apeló a la comunidad internacional para que realice esfuerzos en pos de revertir esta «trayectoria negativa». También llamó a apoyar iniciativas integrales que busquen poner fin a los conflictos en Medio Oriente.
Durante su intervención, el subsecretario general condenó los recientes ataques reivindicados por los hutíes, que incluyen embestidas contra un barco en el mar Arábigo y ataques aéreos no confirmados en diversas zonas de Yemen. Reiteró la necesidad de detener estas agresiones y recordó la resolución 2722 (2024) del Consejo de Seguridad, que demanda el cese de todos los ataques en el Mar Rojo. «Ninguna causa o agravio puede justificar la continuación de estas agresiones», enfatizó.
Sobre el ataque al aeropuerto de Saná, Khiari informó que la ofensiva israelí dejó al menos seis muertos y decenas de heridos, entre los cuales se encontraba un miembro del Servicio Aéreo Humanitario de la ONU. La gravedad de la situación se acentúa por la presencia de una delegación de alto nivel de la ONU que discutía la crisis humanitaria en Yemen en el momento del ataque, así como la liberación del personal de la organización retenido por los hutíes.
Además, el subsecretario general mencionó la inminente interrupción de operaciones humanitarias en Yemen como consecuencia del ataque al puerto de Hudaydah, donde millones de personas dependen de asistencia vital en medio de una crisis humanitaria. La ONU exigió la liberación inmediata e incondicional de todo el personal de la organización y de otros individuos que han sido detenidos arbitrariamente por los hutíes.
