El Colegio Juan Pablo II de Parla: Un Ejemplo Brillante en Alimentación Escolar

Silvia Pastor

En el Colegio Juan Pablo II de Parla, la alimentación escolar ha tomado un papel central dentro del proyecto educativo, enfatizando el bienestar integral de sus más de 800 estudiantes. La institución ha implementado un sistema de comedor que se distingue por su compromiso con la calidad y la atención a las necesidades individuales de cada alumno.

Una de las principales innovaciones del colegio es su cocina completamente independiente, diseñada específicamente para proporcionar menús adaptados a los alumnos que sufren alergias o intolerancias alimentarias. Este espacio cuenta con instalaciones que incluyen fogones, planchas y freidoras, y está supervisado por un profesional especializado, lo que permite la preparación de menús para más de 35 tipos de necesidades dietéticas. De esta manera, los niños pueden alimentarse con tranquilidad y confianza.

La cocina principal es un área de más de 250 metros cuadrados, que cumple con estrictos estándares de higiene y eficiencia. Dispone de secciones separadas para el tratamiento específico de alimentos como pescado y fiambres, y cuenta con modernas instalaciones, incluyendo cuatro cámaras frigoríficas y un gran congelador. Un abatidor de grandes dimensiones permite enfriar rápidamente los platos cocinados, preservando así sus propiedades nutricionales. Almudena Quintas, subdirectora del colegio, subrayó la importancia de utilizar ingredientes de alta calidad: «La calidad de los ingredientes marca la diferencia en el sabor y los nutrientes que aportamos a los niños».

El comedor, además de ser un espacio para la alimentación, busca fomentar la educación y la socialización entre los alumnos. Con la supervisión de nutricionistas y en colaboración con el personal de enfermería, se diseñan menús equilibrados y variados, orientados a inculcar hábitos saludables y ofrecer un ambiente agradable donde los niños puedan disfrutar de la comida y aprender a compartir.

El enfoque del colegio incluye la participación activa de profesores y personal auxiliar en la atención del comedor, evitando así la externalización del servicio. Esto garantiza que los niños estén rodeados de personas que comprenden su entorno cotidiano y están comprometidas con su educación integral.

Asimismo, la Asociación de Padres de Alumnos (APA) ha impulsado el programa “Mis padres comen en el cole”, que invita a las familias a compartir comidas en el establecimiento, fortaleciendo la conexión entre el colegio y los hogares de los alumnos.

El compromiso del Colegio Juan Pablo II con la alimentación de calidad se refleja en decisiones como ofrecer pescado dos veces por semana, limitar los fritos y priorizar preparaciones ligeras y nutritivas. Con su cocina dual y un enfoque centrado en el bienestar, la institución se consolida como un modelo de cómo la alimentación escolar puede trascender lo meramente nutricional y transformarse en una experiencia enriquecedora y educativa para sus alumnos.