Borrascas Herminia e Ivo: Retos para las Aerolíneas Según AirHelp

Elena Digital López

A lo largo de 2024, España ha sido testigo de una serie de fenómenos climáticos extraordinarios que han alterado el funcionamiento de sus aeropuertos, especialmente en regiones como Canarias, Madrid, Barcelona, Mallorca y Valencia. Las borrascas Herminia e Ivo han marcado un punto de inflexión, ya que en tan solo diez días han traído consigo tormentas de gran magnitud que han desestabilizado los horarios de vuelos, particularmente en el norte del país.

A pesar de que estos eventos se consideran excepcionales y eximen a las aerolíneas de algunas responsabilidades en términos de indemnización, las compañías aéreas siguen obligadas a garantizar el bienestar de sus pasajeros, asegurando atención adecuada en situaciones de cancelaciones o retrasos. Sin embargo, una reciente encuesta realizada por AirHelp ha puesto de manifiesto una preocupante falta de conocimiento sobre los derechos de los pasajeros: un 85% de los viajeros aéreos afirmó no estar informado sobre sus derechos al volar.

La normativa europea CE261 establece que, en caso de retrasos o cancelaciones, las aerolíneas deben proporcionar a los pasajeros alimentos, bebidas y comunicación básica, así como alojamiento y transporte al hotel en casos de retrasos nocturnos. A pesar de que las condiciones climáticas severas no conllevan indemnizaciones automáticas, existe la posibilidad de que una aerolínea sea considerada responsable si no toma precauciones adecuadas ante avisos meteorológicos.

Los acontecimientos climáticos en 2024 han sido significativos. La borrasca Kirk, por ejemplo, provocó un 30% de las interrupciones de vuelos en España, mientras que una DANA en Barcelona inundó el aeropuerto de El Prat, afectando al 20% de las operaciones. Valencia no se quedó atrás, con una DANA a finales de octubre que causó un alarmante 63,20% de retrasos, y Mallorca sufrió inundaciones en junio y tormentas en agosto que impactaron en un 59,3% y un 38,6% de los vuelos, respectivamente.

En Madrid, una fuerte tormenta de granizo en septiembre resultó en retrasos en el 26% de los vuelos, y en las Islas Canarias, un 35,4% de las operaciones fueron afectadas por tormentas torrenciales en agosto. Estos incidentes evidencian la necesidad urgente de que las aerolíneas y aeropuertos se preparen adecuadamente para enfrentar fenómenos climáticos extremos, al tiempo que resulta fundamental que los pasajeros sean conscientes de sus derechos y sepan cómo actuar ante estas situaciones imprevistas.