Una empresa abulense ha sido reconocida recientemente como PYME INNOVADORA por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Este prestigioso nombramiento, que solo obtienen dos de cada mil pequeñas y medianas empresas en toda España, destaca la trayectoria de más de 160 años de esta marca, conocida especialmente por su producción de las auténticas Yemas de Santa Teresa. Este reconocimiento resalta no solo su compromiso con la innovación, sino también el valor fundamental de las personas que conforman su equipo.
La historia de Santa Teresa se remonta a casi 170 años, comenzando en una pequeña pastelería de Ávila. A pesar de las dificultades que la empresa ha enfrentado en las dos últimas décadas, ha sabido encontrar su camino en un mercado altamente competitivo, centrando su propuesta de valor en la innovación sin perder de vista sus raíces tradicionales. La reciente certificación como PYME INNOVADORA es un reflejo de esta cultura innovadora, así como de su compromiso con el desarrollo económico de la provincia de Ávila, que ha sido una de las regiones más afectadas por la despoblación en España.
Santa Teresa no solo se enfoca en la creación de productos naturales de alta calidad, sino que también ha adoptado nuevos procesos y tecnologías avanzadas. En el último año, la empresa ha invertido más del 1% de su cifra de negocio en investigación y desarrollo, lo que ha resultado en el lanzamiento de más de diez nuevos productos que representan casi el 5% de su facturación total. Esta dedicación a la innovación va acompañada de un firme compromiso con la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social.
Además de desarrollar nuevos productos, la empresa ha explorado nuevos nichos de mercado y momentos de consumo, lo que le ha permitido recibir el apoyo de la Junta de Castilla y León a través de un Plan Innovador para PYMES. El anterior proyecto resultó en la creación de los Caprichos de Membrillo, que mejoraron la imagen de esta empresa y ampliaron su público potencial.
Un aspecto destacado de su enfoque es la minimización del desperdicio y la mejora de sus procesos de producción. Un logro notable en este sentido es la colaboración con la Universidad Católica de Ávila y Cervezas Raíz Cuadrada para desarrollar una cerveza local que utiliza el corazón del membrillo como sustituto del lúpulo, revalorizando así un subproducto que anteriormente se desechaba.
Isabel López Resina, CEO de Santa Teresa, resume la filosofía de la empresa al decir: «La ecuación tradición más innovación igual a excelencia de productos y servicios siempre estuvo en el ADN de Santa Teresa». Esta visión se ha vuelto más sistemática y dirigida al mercado en los últimos años, transformándose en un auténtico propósito que guía su propuesta de valor.