Los expertos están alentando a la población a tomar conciencia sobre el impacto del cambio climático en el aumento de las poblaciones de mosquitos en varias regiones de España. Este fenómeno ha sido propiciado por el incremento continuo de las temperaturas, que ha llevado a una mayor presencia de estos insectos, incluso en los meses de invierno. En particular, en zonas mediterráneas como Cádiz y Huelva, las campañas de vigilancia y prevención de mosquitos han permanecido activas en los meses fríos, desafiando el mito de que estos insectos desaparecen con el descenso de las temperaturas.
Isaac García, responsable de control vectorial de Rentokil Initial, señala que el comportamiento de los mosquitos en invierno depende de la especie. Las hembras del mosquito común, conocido científicamente como Culex pipens, suelen hibernar, mientras que los huevos del mosquito tigre (Aedes albopictus) entran en una fase de diapausa. En este estado, el metabolismo de los huevos se ralentiza, permitiéndoles sobrevivir hasta que las condiciones climáticas se vuelvan más favorables. Esta fase de inactividad se interrumpe cuando las temperaturas alcanzan entre 15º y 20º, lo que activa la actividad y reproducción de los mosquitos. Este aumento en la población aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades como el Virus del Nilo Occidental, así como en menor medida, del dengue, chikungunya y zika.
Con el inicio del año, las comunidades autónomas del sur de España y las Islas Canarias deben aprovechar estos meses para implementar sus campañas de prevención. Las recomendaciones incluyen auditorías con autoridades sanitarias para identificar criaderos de mosquitos y áreas de riesgo, lo que permitirá ajustar y optimizar los planes de control ya existentes o crear nuevas estrategias de acción.
A nivel doméstico, se aconseja llevar a cabo mejoras estructurales, como la instalación o reparación de mosquiteras, limpieza de estanques y eliminación de residuos acumulados. Estas acciones pueden ser efectivas para reducir las poblaciones de mosquitos en los hogares.
Ante la inquietud por el posible aumento de las plagas de mosquitos en 2024 y sus repercusiones en la salud pública, Rentokil Initial ha propuesto medidas preventivas que incluyen vigilancia, monitorización y trampeo. La implementación de inspecciones rigurosas y tratamientos específicos es fundamental para contener la propagación de enfermedades como la fiebre del virus del Oeste del Nilo.
En un contexto donde el cambio climático altera los patrones ecológicos, se hace indispensable la colaboración entre empresas especializadas en control de plagas y las autoridades sanitarias, con el fin de salvaguardar la salud pública y el bienestar de la población en España.
