El Secretario General de la ONU, António Guterres, lanzó un fuerte llamado este viernes para que se detengan el flujo de armas y el apoyo externo a Sudán. Su intervención se produjo durante la Conferencia Humanitaria de Alto Nivel para el Pueblo de Sudán, que se lleva a cabo en Addis Abeba, Etiopía. Guterres advirtió que la continua llegada de armamento está alimentando la destrucción y el derramamiento de sangre de los civiles en el país.
En su discurso, el Secretario General describió la situación en Sudán como una crisis de «escala y brutalidad mayúsculas». Dijo que el conflicto, que ha afectado al país desde abril de 2023, está dejando enormes pérdidas humanas y materiales, además de la posibilidad de una mayor expansión del conflicto en la región. Guterres instó a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos para ayudar a los sudaneses a salir de esta «pesadilla».
Guterres pidió un cese de hostilidades durante el mes sagrado del Ramadán, apelando a la naturaleza pacífica y compasiva de este periodo. «Debemos hacer más, y hacerlo ahora, para ayudar al pueblo sudanés», enfatizó, exhortando a las fuerzas en conflicto a alinearse con el espíritu del Ramadán y poner fin al sufrimiento de los civiles.
Durante su intervención, destacó la necesidad de solidaridad internacional y llamó a los donantes internacionales a brindar un apoyo generoso para la respuesta humanitaria en Sudán. Subrayó la importancia de presionar para el respeto del derecho internacional, el cese de las hostilidades y la provisión de ayuda vital para lograr una paz duradera.
Guterres también recordó que el pueblo sudanés ha demandado un alto el fuego inmediato y protección para los civiles. En este sentido, el enviado especial de la ONU para Sudán, Ramtane Lamamra, continúa negociando con las partes en conflicto para implementar medidas que garanticen la protección de los civiles.
La conferencia se centra en movilizar recursos para atender la crisis humanitaria, que requiere atención sostenida y urgente. Guterres hizo hincapié en la necesidad de que la comunidad internacional muestre el mismo nivel de apoyo que Sudán otorgó a los refugiados de países vecinos, como Eritrea y Chad. Las promesas establecidas durante la conferencia serán vitales para afrontar esta crisis.
Además, la ONU y sus socios planean lanzar el Plan de respuesta a las necesidades humanitarias de Sudán para 2025, que requerirá 6,000 millones de dólares para asistir a aproximadamente 21 millones de personas dentro del país y a otros cinco millones en naciones vecinas. Esta iniciativa es considerada una respuesta sin precedentes a la crisis que enfrenta el continente africano.
Guterres también abordó el gran desafío del acceso humanitario, especialmente en las áreas con combate activo. Subrayó la necesidad de garantizar un acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos en todas las regiones donde sea necesario, así como de proteger a los trabajadores humanitarios. Desde el inicio del conflicto, se estima que decenas de miles de personas han fallecido y más de doce millones han sido desplazadas, mientras que el control del país sigue dividido entre el ejército y los grupos paramilitares en diversas regiones.
