El ciclismo ha experimentado un auge significativo en popularidad, convirtiéndose en una actividad preferida para mantener la forma física, disfrutar del aire libre y fomentar la socialización. Sin embargo, la seguridad de los ciclistas en la carretera ha entrado en el foco de preocupación, sobre todo en escenarios donde deben compartir la vía con vehículos motorizados. En Estados Unidos, se reporta que anualmente unos 883 ciclistas pierden la vida en accidentes de tráfico y alrededor de 45,000 sufren lesiones, según estadísticas recientes. A pesar de que estas muertes representan apenas un poco más del 2% del total de fatalidades en las carreteras, la experiencia de ser empujado hacia el borde por un vehículo grande es angustiante para muchos.
Frente a este panorama, un número creciente de ciclistas está optando por instalar cámaras en sus bicicletas para grabar sus trayectos. Esta medida no solo les permite documentar su experiencia, sino que también les brinda la posibilidad de mostrar el material grabado a las autoridades en caso de encontrarse con situaciones peligrosas. Sin embargo, buscar un incidente específico en horas de grabación puede resultar arduo, requiriendo tiempo y habilidades específicas en edición de video.
Para simplificar este proceso, ha surgido una innovadora solución que utiliza la tecnología de análisis de video de Amazon Rekognition. Esta herramienta es capaz de detectar objetos en un video y registrar la hora exacta en que son identificados. Gracias a Amazon Rekognition, los ciclistas pueden localizar de manera eficiente los vehículos que aparecen en sus grabaciones, lo que facilita la identificación de casos donde un automóvil ha pasado peligrosamente cerca.
El procedimiento es sencillo: al concluir su recorrido, el ciclista sube sus videos en formato MP4 a un servicio de almacenamiento en la nube de Amazon. Una vez cargado, se activa un flujo de trabajo que utiliza la API de Amazon Rekognition para analizar el contenido, identificando vehículos específicos y validando si han infringido la normativa que exige mantener una distancia mínima de 3 pies (aproximadamente 1 metro) al pasar junto a una bicicleta. Si se detecta un incumplimiento, se genera un clip del incidente, que puede ser enviado a las autoridades correspondientes.
Esta solución no solo es totalmente sin servidor, sino que se presenta a un coste accesible para los ciclistas, quienes solo deben abonar el tiempo de video procesado. En este contexto, se habilita un sistema para monitorear el comportamiento de los vehículos y, en caso de encuentros peligrosos, se proporciona evidencia visual que podría ser fundamental para mejorar la seguridad vial.
Este desarrollo no solo transforma la manera en que los ciclistas se protegen en las carreteras, sino que también abre la puerta a aplicaciones más amplias de inteligencia artificial y aprendizaje automático en otros ámbitos, como la detección de animales en grabaciones de naturaleza o la vigilancia en espacios públicos.