El Creciente Auge de las Compras en Línea en la Unión Europea.

Silvia Pastor

El comercio electrónico en la Unión Europea está experimentando un crecimiento sostenido, según los últimos datos de una encuesta anual sobre el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en hogares e individuos. En 2024, el 77 % de los usuarios de Internet afirmaron haber comprado o solicitado bienes o servicios para su uso personal en línea durante los 12 meses previos, lo que representa un aumento significativo respecto al 59 % observado en 2014. Este crecimiento de 17 puntos porcentuales en la última década pone de manifiesto un cambio en los hábitos de consumo de los europeos.

Irlanda, los Países Bajos y Dinamarca encabezan el listado de países con mayor porcentaje de usuarios de Internet que han realizado compras en línea, alcanzando cifras del 96 %, 94 % y 91 %, respectivamente. Por otro lado, Bulgaria ocupa la última posición con un 57 %, seguido de cerca por Italia y Rumanía, ambos con un 60 %. Sin embargo, Rumanía ha mostrado un notable crecimiento en sus hábitos de compra digital, aumentando su participación en 43 puntos porcentuales en la última década, del 17 % al 60 %. Otros países que también han visto incrementos significativos incluyen a Hungría, que pasó del 42 % al 79 %, y Lituania, que incrementó del 36 % al 72 %.

Entre las categorías de productos más adquiridos en línea en 2024, la ropa, que incluye artículos deportivos, lidera las preferencias con un 45 % de los consumidores efectuando compras en este ámbito durante los tres meses anteriores. Otros sectores que también han ganado popularidad son los servicios de entrega de alimentos, los cosméticos y productos de bienestar, así como muebles y complementos para el hogar, con cuotas del 21 %, 20 % y 19 %, respectivamente. Además, los equipos deportivos, libros impresos, revistas, periódicos y suplementos de salud, como vitaminas, comparten una participación del 16 % en las elecciones de compra.

La tendencia al alza en el comercio electrónico en la UE sugiere un cambio consolidado en las preferencias de los consumidores, quienes cada vez más optan por Internet para satisfacer sus necesidades de compra.