La Asamblea General Aprueba la Resolución sobre Ucrania y Modifica la Propuesta de Estados Unidos

María MR

Al cumplirse tres años desde el inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió este lunes con la atención del mundo centrada en dos proyectos de resolución referentes al conflicto. El primer proyecto, impulsado por Ucrania, fue defendido por Mariana Betsa, viceministra de Relaciones Exteriores del país europeo, quien instó a los Estados miembros a adherirse a los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas. En su intervención, Betsa destacó la importancia de las decisiones tomadas, afirmando que estas determinarán el futuro no solo de Ucrania, sino también de Europa y de la humanidad en su conjunto.

Betsa condenó los intentos rusos de desestabilizar el orden internacional basado en normas, recordando que los pronósticos sobre una rápida caída de Ucrania se han visto frustrados por la resistencia del país. El proyecto de resolución de Ucrania, respaldado por cerca de 50 naciones, exige la plena retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano y un cese inmediato de las hostilidades. Este texto fue aprobado con 93 votos a favor, mientras que 18 países, incluidos Rusia y Estados Unidos, se mostraron en contra y 65 se abstuvieron.

En contraposición, Dorothy Shea, representante de Estados Unidos, presentó un segundo proyecto de resolución titulado «El camino hacia la paz». Esta propuesta aboga por el fin del conflicto, sin señalar quién lo inició ni especificar las condiciones para alcanzar la paz. Shea argumentó que las resoluciones anteriores no han logrado poner fin a la guerra y que es hora de un compromiso colectivo para buscar una solución duradera. La resolución estadounidense fue adoptada tras la inclusión de tres enmiendas de la Unión Europea, que modificaron la referencia al conflicto, reconociéndolo explícitamente como la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Sin embargo, notablemente, Estados Unidos se abstuvo de votar en su propia propuesta.

Las resoluciones de la Asamblea General, a diferencia de las del Consejo de Seguridad, no tienen carácter vinculante, lo que pone en entredicho su capacidad para influir realmente en la situación. A pesar de ello, la necesidad de una reacción unánime ante el conflicto permanece. Las consecuencias de la guerra en Ucrania son devastadoras, con informes recientes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios que confirman más de 12,600 muertes de civiles y más de 29,000 heridos, incluidos al menos 2,400 niños. Además, se estima que más del 10% de las viviendas en Ucrania han sido dañadas o destruidas, dejando a aproximadamente dos millones de familias sin hogar. La crisis también ha afectado gravemente el sistema educativo, con más de 3,600 escuelas y universidades atacadas y 12.7 millones de personas requiriendo ayuda humanitaria urgente.