El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su creciente preocupación por la situación en Israel y el territorio palestino ocupado, en el contexto del inminente final de la primera fase del acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes. En un comunicado emitido por su Oficina de Portavocía, Guterres ha señalado que las últimas seis semanas de calma han brindado un «respiro frágil pero vital», aliviando la tensión tanto en comunidades palestinas como israelíes.
Durante este periodo sin hostilidades, se ha logrado la entrada de miles de camiones con asistencia humanitaria a Gaza, beneficiando prácticamente a toda la población de la Franja. Sin embargo, Guterres ha hecho un llamado urgente a todas las partes implicadas para que eviten la reanudación de las hostilidades, advirtiendo que esto podría resultar catastrófico para la región. «Es imperativo realizar todos los esfuerzos posibles para impedir un regreso a la violencia», sostuvo el Secretario General.
Guterres instó a iniciar diálogos y avanzar hacia la siguiente fase del acuerdo, enfatizando que un alto el fuego permanente y la liberación de todos los rehenes son pasos cruciales para prevenir una escalada de violencia que podría tener consecuencias devastadoras para la población civil. Además, reiteró la necesidad de una «liberación digna, inmediata e incondicional» de los rehenes, subrayando que todos los actores deben garantizar un trato humano a aquellos bajo su custodia.
Asimismo, el Secretario General destacó la importancia de garantizar que la ayuda humanitaria continúe fluyendo sin obstáculos hacia Gaza, con el financiamiento adecuado y en condiciones que aseguren la seguridad de civiles y trabajadores humanitarios. Guterres también hizo hincapié en la «alarmante situación» en la Cisjordania ocupada y dedicó particular atención al próximo mes de Ramadán, instando a que sea un tiempo de paz y reflexión.
En su mensaje, subrayó que es fundamental que todas las partes incrementen sus esfuerzos para poner fin a cualquier forma de violencia, reafirmando que las Naciones Unidas están dispuestas a respaldar cualquier iniciativa dirigida a lograr este objetivo.