En un contexto alarmante para los derechos de las mujeres y niñas en todo el mundo, un informe reciente de ONU Mujeres revela que casi uno de cada cuatro gobiernos a nivel global ha reportado un retroceso significativo en la protección de estos derechos durante el año 2024. Este documento, titulado «Los derechos de las mujeres bajo examen, 30 años después de Beijing», se ha publicado justo antes del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora cada 8 de marzo, destacando las crecientes amenazas a las que se enfrentan las mujeres en diversos ámbitos.
Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, ha señalado que «la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se enfrentan a desafíos complejos». A pesar de los obstáculos, reafirma el compromiso de avanzar en la defensa de los derechos de las mujeres. El informe identifica varios factores que agravan esta situación, tales como la discriminación, la insuficiencia de protecciones jurídicas y la reducción en el financiamiento de programas de apoyo. La violencia de género es un tema especialmente preocupante, con una mujer o niña asesinada cada diez minutos a manos de un cónyuge o familiar.
La situación se complica en contextos de conflicto, donde el número de mujeres y niñas afectadas ha aumentado en un 50% en la última década. Además, el avance de las tecnologías digitales ha contribuido a la propagación de estereotipos dañinos que perpetúan la desigualdad. António Guterres, secretario general de la ONU, ha enfatizado que, en lugar de acercarse a la igualdad de derechos, se está viendo una generalización de la misoginia, lo que requiere una respuesta firme y colectiva para revertir esta tendencia.
A pesar de la sombría realidad descrita en el informe, también se resaltan logros positivos. Desde 1995, se han aprobado 1,531 reformas legales en 189 países, y la representación femenina en parlamentos ha más que duplicado. Las estadísticas indican que cuando se promueven y protegen los derechos de las mujeres, tanto las familias como las comunidades tienden a prosperar. Sin embargo, los retos persisten y queda un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Para fomentar acciones concretas que enfrenten estos desafíos, se propone un nuevo Programa de Acción Beijing+30. Este programa busca impulsar una revolución digital inclusiva, erradicar la pobreza, eliminar la violencia de género, garantizar el pleno poder de decisión para las mujeres, promover la paz y la seguridad, así como establecer una justicia climática equitativa. Conmemoraciones relevantes como el 30 aniversario de la Declaración de Beijing y las futuras sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ofrecen valiosas oportunidades para integrar estas iniciativas en políticas y estrategias tanto a nivel nacional como internacional.
