El dengue, una enfermedad viral transmitida por el mosquito tigre Aedes albopictus, está comenzando a consolidarse en Europa, con un aumento significativo de casos autóctonos. Este mosquito, que se origina en regiones tropics y subtropicales, ha encontrado un nicho en áreas urbanas y periurbanas, facilitando así la propagación del dengue. De acuerdo con expertos de Rentokil Initial, es fundamental una adecuada coordinación entre las autoridades y los servicios de salud para implementar una intervención rápida y efectiva ante los contagios.
En 2022, Europa registró cerca de 300 casos de dengue autóctono, siendo Italia, Francia y España los países más afectados. En el caso de España, se reportaron hasta 8 casos autóctonos, lo que supone más del doble de lo registrado el año anterior. Esta distinción entre dengue autóctono e importado es crucial; los casos importados suelen ser de viajeros que se contagian en naciones donde la enfermedad es endémica, como Brasil o Filipinas, mientras que los autóctonos ocurren cuando un mosquito pica a una persona ya infectada, facilitando la propagación del virus.
Rubén Bueno Marí, entomólogo y director del centro europeo de control vectorial de Rentokil Initial, señaló que ante cualquier reporte de contagio, se activa un protocolo de control en menos de 24 horas. Este protocolo incluye el uso de trampas para detectar mosquitos en un radio de 200 metros alrededor de la vivienda del infectado, y se mantiene durante varios días hasta que se confirme la ausencia de nuevos casos.
Otra amenaza en la salud pública de España es el virus del Nilo Occidental, que el año pasado reportó más de cien casos, resultando en varios fallecimientos. A diferencia del dengue, este virus se propaga principalmente a través de los mosquitos del género Culex, que son endémicos en humedales. La intervención para contener este virus abarca un radio de cerca de un kilómetro, lo que requiere un enfoque de control más amplio.
Los expertos están adoptando técnicas innovadoras para combatir estas enfermedades, incluyendo el uso de drones para controlar la población de mosquitos Culex, así como la técnica del mosquito estéril. Esta última consiste en liberar machos esterilizados que se aparean con hembras silvestres, impidiendo así que sus descendientes lleguen a eclosionar. Esta estrategia no busca eliminar a los mosquitos, ya que desempeñan un papel importante en los ecosistemas, sino que se enfoca en controlar sus poblaciones de forma sostenible.
En conclusión, tanto la prevención como la pronta identificación de focos de infección son vitales para gestionar el dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores. El futuro en el control de plagas parece estar en la innovación y la formación especializada, minimizando la dependencia de insecticidas que pueden dar lugar a resistencias en las plagas.