Cocina Abierta al Salón: Un Hogar Fluido en 72 m² con Terraza

Silvia Pastor

En pleno corazón de la ciudad, un innovador diseño de interiores ha transformado un apartamento de 72 m² en un hogar que invita a la convivencia y al disfrute de los espacios abiertos. La remodelación ha logrado integrar de manera fluida la cocina y el salón, estableciendo un ambiente dinámico que se adapta a las necesidades de una vida moderna y social.

El propietario, un joven profesional apasionado por la gastronomía, decidió reformar su hogar para tener un espacio más funcional y acogedor. Así, se eliminó la pared que separaba la cocina del salón, lo que no solo ha permitido que la luz natural inunde el área, sino que también ha facilitado la interacción entre quienes cocinan y quienes disfrutan de una conversación en el salón. «Quería un lugar donde pudiera cocinar y, a la vez, estar con mis amigos. Antes, la cocina se sentía aislada», explica.

El nuevo diseño se caracteriza por una estética minimalista y moderna, donde predominan los tonos claros y materiales naturales. La cocina, ahora abierta, cuenta con una isla central que funciona como espacio de trabajo y área social. Equiparada con electrodomésticos de última generación y un elegante acabado en madera, invita a la creatividad culinaria y a compartir momentos memorables.

Además, la integración del salón ha permitido una mejor distribución de los muebles, creando zonas diferenciadas pero cohesivas. Un cómodo sofá y una mesa de comedor de gran tamaño completan el espacio, ideal tanto para cenas familiares como para pequeñas reuniones con amigos.

Pero quizás uno de los mayores atractivos de este apartamento es su terraza, un refugio al aire libre que se conecta directamente con el salón. Equipada con plantas, cómodas sillas y una pequeña mesa, es el lugar perfecto para disfrutar de un café por la mañana o una copa de vino al atardecer. «La terraza ha sido un gran alivio. En una ciudad tan ajetreada, tener un pequeño oasis es un lujo», agrega el propietario.

Este enfoque de diseño ha ganado popularidad entre los urbanitas que buscan aprovechar al máximo los espacios reducidos. La fusión de la cocina y el salón se presenta no solo como un capricho estético, sino como una respuesta funcional a las dinámicas actuales de convivencia. En este hogar que fluye, la barrera entre cocinar y socializar se ha desvanecido, convirtiendo el apartamento en un verdadero centro de vida y actividad.

Con proyectos como este, se evidencia que el diseño de interiores puede ser un poderoso aliado para mejorar la calidad de vida en la ciudad, creando ambientes que favorecen la interacción, el bienestar y la creatividad.