El Misterioso Sarcófago Romano Oculto Detrás de un Chiringuito en Bulgaria

Juan Hernández

En un sorprendente hallazgo, un sarcófago romano de casi 2000 años de antigüedad, que había sido utilizado como mesa en un chiringuito de Bulgaria, ha sido recuperado por las autoridades locales. La historia salió a la luz cuando un grupo de arqueólogos que realizaban excavaciones en la región de las montañas de Ródope se dieron cuenta de que el objeto empleado como mobiliario de playa en un establecimiento turístico no era, en efecto, un simple elemento decorativo.

Este sarcófago, que data del siglo II d.C., presenta inscripciones y relieves que revelan detalles sobre la personalidad a la que perteneció y sobre el costo de vida en la antigua Roma. Especialistas en historia romana han confirmado su autenticidad, y su notable estado de conservación es destacable, a pesar de haber estado expuesto a las inclemencias del tiempo y al uso poco cuidadoso de los turistas.

Elena Dimitrova, consejera de patrimonio cultural de la región, subrayó la importancia de este hallazgo, no solo por su valor histórico, sino también por su significado para la identidad local. “Este sarcófago es testigo de una época en la que la región estaba bajo la influencia del Imperio Romano, y su recuperación es esencial para comprender mejor nuestro pasado”, declaró Dimitrova.

Las autoridades municipales han iniciado un proceso para preservar el sarcófago y planean trasladarlo a un museo local, donde será expuesto al público. A su vez, la comunidad arqueológica ha hecho un llamado a los propietarios de establecimientos turísticos para que sean más respetuosos con el patrimonio histórico de la región y eviten el uso de artefactos antiguos como elementos decorativos o funcionales.

Este sorprendente suceso ha generado un gran interés tanto entre los residentes como entre los turistas, quienes ahora consideran a Bulgaria no solo un destino turístico por sus playas y montañas, sino también como un lugar rico en historia y cultura. El caso del sarcófago romano ha puesto de manifiesto la necesidad de proteger y valorar las herencias culturales que aún permanecen en la tierra, muchas veces sin ser reconocidas.