Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, en colaboración con el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), ha logrado un avance significativo en la detección temprana de la enfermedad de Alzheimer a través de un nuevo estudio que analiza biomarcadores en sangre. La investigación, publicada en la revista Alzheimer’s & Dementia, se centra en la evaluación de varios biomarcadores en plasma para identificar esta enfermedad en clínicas de memoria.
Dirigido por la Dra. Federica Anastasi y Aida Fernández-Lebrero, el estudio se basa en la recolección de muestras de sangre de 197 participantes de la cohorte BIODEGMAR. Los biomarcadores, que sirven como indicadores biológicos de procesos patológicos, permiten a los médicos realizar análisis de sangre sencillos que podrían facilitar un diagnóstico más accesible y menos invasivo del Alzheimer.
Entre los biomarcadores analizados se encuentran diferentes formas de la proteína tau, que está asociada a la enfermedad. Esto incluye variantes fosforiladas de tau (p-tau181, p-tau217 y p-tau231) y la proporción de beta amiloide (Aβ42/40). Los resultados del estudio revelan que la proteína tau, en su forma fosforilada, presenta alteraciones significativas en los pacientes diagnosticados, indicando una acumulación de ovillos tóxicos en el cerebro, característica de este trastorno.
Uno de los hallazgos más relevantes es que los biomarcadores de p-tau en plasma, en particular el p-tau217, demostraron una alta precisión en la detección de la enfermedad, posicionándose como herramientas diagnósticas altamente fiables. Además, se ha observado una correlación efectiva entre los niveles de p-tau217 en plasma y los niveles de biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo, sugiriendo su potencial como sustituto en diagnósticos clínicos.
La investigación subraya la capacidad de los biomarcadores sanguíneos para ofrecer una alternativa menos invasiva en comparación con métodos tradicionales como las punciones lumbares, que son usadas actualmente para obtener líquido cefalorraquídeo. Los autores del estudio proponen que la integración de estos biomarcadores en la práctica clínica podría facilitar una detección más temprana y precisa de la enfermedad de Alzheimer.
El Dr. Marc Suárez-Calvet, uno de los miembros del equipo de investigación, destaca la importancia de estos hallazgos, indicando que la implementación de biomarcadores como el p-tau217 en clínicas de memoria podría transformar la detección y atención de los pacientes con Alzheimer. Por su parte, el Dr. Albert Puig-Pijoan, investigador principal de la cohorte, enfatiza que estos resultados no solo refuerzan la fiabilidad de los biomarcadores sanguíneos en entornos clínicos, sino que también tienen el potencial de mejorar la accesibilidad al diagnóstico en un futuro cercano.
Con este avance, se abren nuevas posibilidades para el diagnóstico de Alzheimer, acercándonos a un escenario donde la detección de esta enfermedad podría realizarse de manera rápida y efectiva a través de un simple análisis de sangre, lo que representa una esperanza considerable para pacientes y profesionales de la salud en la lucha contra esta devastadora enfermedad.
