Los analistas de Freedom24 han puesto de manifiesto un cambio notable en el comportamiento de los inversores estadounidenses, quienes están canalizando grandes cantidades de capital hacia Europa. En el primer trimestre de 2025, se han registrado inversiones por valor de 10.600 millones de dólares en fondos cotizados europeos, una cifra que representa un crecimiento exponencial en comparación con los 6.400 millones acumulados en el mismo periodo del año anterior. Este aumento ha sido impulsado por las tensiones en los mercados estadounidenses y un renovado impulso fiscal y regulador en el viejo continente.
Los datos demuestran que las acciones europeas han superado a sus homólogas estadounidenses en más de un 10% desde enero, lo que ha llevado a muchos inversores a reconsiderar sus posiciones en busca de oportunidades más favorables. Mientras el índice Morningstar US Market ha enfrentado una caída acumulada cercana al 9%, el índice Morningstar Europe ha mostrado una evolución más estable y positiva.
El cambio en la dinámica de inversión es aún más evidente si se considera el comportamiento de los inversores europeos, quienes han retirado 510 millones de dólares de ETFs de acciones estadounidenses en febrero de 2025. Este giro en las tendencias contrasta fuertemente con el fuerte interés mostrado en noviembre de 2023, cuando se registraron entradas de 22.800 millones en productos similares.
En particular, el sector de la defensa se perfila como uno de los grandes beneficiados, impulsado por un rearme europeo valorado en 800.000 millones de euros. Fondos como el Select STOXX Europe Aerospace & Defence ETF, lanzado en octubre de 2024, han demostrado ser particularmente atractivos, recaudando hasta 476 millones de dólares en poco tiempo. Los valores en este sector han experimentado un crecimiento del 33% en lo que va del año, atrayendo la atención de inversores a pesar de los riesgos asociados con el gasto militar en el exterior.
Los fondos cotizados europeos que han visto un mayor ingreso de capital destacan por su bajo coste y diversificación, con productos como el iShares MSCI Germany, iShares MSCI Europe, y Vanguard FTSE Europe al frente del flujo de inversiones. Los analistas sugieren que la acelerada reducción de la burocracia en Europa está creando nuevas oportunidades, mientras que el robusto plan de infraestructuras alemán promete impulsar el crecimiento económico.
Además, el crecimiento en el mercado de bonos europeos, facilitado por la expansión de la deuda alemana y la iniciativa SAFE de la UE, ha permitido una mayor oferta de activos de alta calidad. En el sector bancario, las acciones han subido un 26% en 2025, lo que marca su mejor desempeño desde 2020. Los mercados de España e Italia también emergen como regiones atractivas gracias a su menor exposición a tensiones comerciales.
Finalmente, la transición energética se ha consolidado como otro motor clave en el atractivo de la inversión en Europa, con un notable crecimiento en la energía solar. Empresas como Iberdrola y Enel han visto un aumento en sus valoraciones, lo que multiplica el interés en ETFs dedicados a energías renovables.
Este cambio significativo en la inversión hacia Europa indica un nuevo fenómeno, donde la región se perfila como un destino cada vez más atractivo para los capitales globales. Con el crecimiento de los activos bajo gestión en Europa, que alcanzaron los 2,3 billones de dólares a finales de 2024 y proyectan un aumento hacia los 4,5 billones en 2030, el viejo continente se establece como un jugador clave en el mapa de inversiones global. En suma, las perspectivas son optimistas para una Europa que se muestra infravalorada pero con un inmenso potencial por descubrir.