En la madrugada del miércoles, Ginebra se convirtió en el epicentro de un acontecimiento histórico en la lucha contra las pandemias, cuando los países del mundo lograron culminar un proyecto de acuerdo internacional diseñado para fortalecer la preparación y respuesta ante futuras crisis sanitarias. Este ambicioso borrador, que será presentado a la Asamblea Mundial de la Salud en mayo para su adopción, es el resultado de más de tres años de intensas negociaciones bajo el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebró el consenso logrado, señalando que las naciones han «hecho historia» al establecer un pacto que refuerza la seguridad sanitaria global. «Este acuerdo no solo es un pacto generacional, sino también una demostración de que el multilateralismo sigue vivo y que la cooperación internacional es posible ante amenazas compartidas», agregó Tedros.
Las negociaciones se iniciaron en diciembre de 2021, en medio de la crisis del COVID-19, con un enfoque urgente en la creación de un instrumento internacional jurídicamente vinculante. Este proceso incluyó trece rondas formales de negociaciones, muchas de las cuales se extendieron hasta altas horas de la madrugada.
El acuerdo propuesto incluye varios elementos cruciales, como un enfoque integrado de «Una sola salud» para la prevención de pandemias, el fortalecimiento de los sistemas de salud nacionales, la creación de un mecanismo financiero coordinado y el desarrollo de una red logística global para emergencias sanitarias. Asimismo, plantea un nuevo sistema de acceso a patógenos, fomenta la transferencia de tecnología y conocimientos, y contempla la formación de personal sanitario multidisciplinario a nivel nacional y global.
A pesar de los significativos avances, el texto del acuerdo subraya de forma categórica la soberanía de los estados en materia de decisiones de salud pública, asegurando que la OMS no tendrá autoridad para imponer medidas como cierres de fronteras o campañas de vacunación. Ahora, el borrador del acuerdo será presentado en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud, que arrancará el 19 de mayo. Para que el acuerdo entre en vigor, cada país deberá ratificarlo.
Sin embargo, la ausencia de Estados Unidos en la ronda final de negociaciones ha generado preocupación, ya que el país no estará vinculado por el acuerdo tras haber anunciado su retirada de la OMS a principios de año.
El logro ha sido considerado un avance significativo hacia la equidad en salud. Precious Matsoso, copresidenta del Órgano Intergubernamental de Negociación, declaró que el acuerdo representa un hito importante en la comprensión de que las pandemias afectan a todos. Su colega, Anne-Claire Amprou, agregó que este acuerdo sienta las bases para una arquitectura de seguridad sanitaria más robusta y equitativa.
El contexto de estas negociaciones ha estado marcado por las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19, que evidenció profundas desigualdades en el acceso a cuidados y servicios de salud. La pandemia, que ha cobrado casi siete millones de vidas, propició también la mayor campaña de vacunación de la historia. Tedros concluyó enfatizando que este acuerdo es vital para enfrentar no solo los desafíos actuales, sino también para asegurar un futuro más seguro y saludable para las próximas generaciones.