En un mundo caracterizado por la creciente interconexión, la inteligencia artificial (IA) se perfila como una herramienta de vital importancia, capaz de crear tanto lazos como divisiones en las sociedades. Con el propósito de alinear el desarrollo de estas tecnologías con principios fundamentales de dignidad, diversidad cultural y ética universal, la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC) ha presentado la iniciativa HUMAN-AI-T. La presentación tuvo lugar en una reunión de alto nivel en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, donde líderes de distintos sectores se reunieron para debatir sobre el futuro de la IA en relación a la humanidad.
Bajo el lema «Muchas culturas, una sola humanidad», la UNAOC, creada en 2005 por Kofi Annan, se ha comprometido a promover el diálogo intercultural y la inclusión. La tercera cumbre «AI for #OneHumanity» reunió a un diverso grupo de participantes, incluidos representantes de gobiernos, empresas y el ámbito académico, quienes abordaron cómo la IA puede favorecer el bienestar común. En ese ambiente colaborativo, se discutieron temas como el papel de la IA en el desarrollo sostenible y la necesidad de una gobernanza efectiva de estas tecnologías, así como la urgente cuestión del sesgo cultural.
Durante el evento, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, enfatizó la necesidad de establecer un marco ético que respete los derechos humanos en el ámbito de la inteligencia artificial. Albares anunció que España está trabajando en la propuesta de una Ley Nacional sobre Gobernanza de la Inteligencia Artificial, con el fin de garantizar que las aplicaciones de IA prioricen la dignidad y la inclusión.
Miguel Ángel Moratinos, exministro y actual Alto Representante de la UNAOC, advirtió sobre el riesgo de que la IA pueda ampliar las desigualdades globales si su desarrollo no se regula adecuadamente. Moratinos resaltó que la IA ya es parte de la vida cotidiana y su evolución requiere una supervisión global que sitúe a la dignidad humana en el centro de todas las decisiones.
El expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien participó mediante un mensaje en video, mostró su optimismo sobre el potencial de la IA para afrontar desafíos globales como la paz y la erradicación de la pobreza. “La inteligencia artificial debe ser una herramienta para la paz y la justicia social”, subrayó, destacando que su diseño debe reflejar valores humanos y contribuir a la resolución de crisis sociales.
A lo largo del evento, se llevaron a cabo diversos paneles y sesiones que trataron cuestiones fundamentales sobre cómo la IA puede transformar la identidad humana y beneficiar a la sociedad. Con aportes de líderes de la industria tecnológica y defensores de los derechos humanos, se exploró cómo la diversidad del conocimiento puede enriquecer el desarrollo de la IA.
Un aspecto significativo de la iniciativa HUMAN-AI-T es la propuesta de crear una «bóveda ética digital», destinada a preservar el legado cultural y filosófico de la humanidad, asegurando que la información y los valores se mantengan seguros y accesibles a lo largo del tiempo. Esta medida responde a las preocupaciones emergentes en un escenario donde la inteligencia artificial y las tecnologías cuánticas están en rápida evolución.
Al concluir la cumbre, se hizo un llamado a continuar el diálogo en conferencias futuras, destacando la importancia de unir Oriente y Occidente en el esfuerzo por construir un futuro digital que priorice a la humanidad. Esta iniciativa representa un avance hacia el desarrollo de la IA que, además de ser tecnológicamente avanzado, sea profundamente humano y ético.