El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha comunicado que ha entregado sus últimos suministros de alimentos a las cocinas de Gaza, los cuales se agotarán en pocos días. Esta situación crítica podría dar pie a la interrupción de la asistencia vital a muchas familias de la región. La crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, con la población careciendo de recursos básicos para sobrevivir. Las cocinas, que han sido un pilar en la entrega de ayuda, solo han podido satisfacer un cuarto de las necesidades alimentarias diarias de la mitad de la población.
El cierre prolongado de las fronteras, que ya se extiende por más de siete semanas, ha obstaculizado la llegada de suministros humanitarios y comerciales, lo que ha intensificado la vulnerabilidad de los mercados y los sistemas alimentarios locales. Los precios de los alimentos han experimentado un aumento desorbitado del 1400% en comparación con el periodo anterior al conflicto, lo que plantea serias preocupaciones sobre la desnutrición, especialmente en grupos vulnerables como niños, mujeres embarazadas y ancianos. En este contexto, más de 116.000 toneladas de ayuda alimentaria están listas para ser distribuidas tan pronto como se reabran las fronteras.
El Fondo de Población de la ONU (UNFPA) ha alertado sobre un aumento en la violencia de género en un ambiente de miedo y privación. La desintegración de las redes de seguridad social ha dejado a mujeres y niñas en estado de alta vulnerabilidad, expuestas a situaciones de explotación y violencia. Adolescentes y mujeres con discapacidad en refugios abarrotados se enfrentan a riesgos adicionales, incluyendo el matrimonio infantil y el abuso.
La situación de los desplazados es igualmente angustiante. La Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha señalado que alrededor de medio millón de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a la violencia israelí en el último mes, lo que ha resultado en condiciones deplorables y recursos cada vez más escasos para los desplazados. Además, se ha destruido maquinaria esencial para las operaciones de rescate y asistencia, complicando aún más la situación humanitaria.
A su vez, la violencia de colonos israelíes en Cisjordania continúa en aumento. Recientemente, colonos incendiaron viviendas y sustrajeron ganado, lo que ha llegado a ocasionar enfrentamientos con los residentes palestinos. Desde el 7 de octubre de 2023, se han registrado 192 muertes de niños en Cisjordania a causa de las acciones de las fuerzas israelíes, resaltando la magnitud de la crisis humanitaria que afecta a toda la región. Las agencias internacionales han instado a la priorización de las necesidades de la población civil y a permitir la entrada inmediata de ayuda humanitaria.