Reflexiones sobre el INAB: Cuando las Hipótesis Sustituyen a los Hechos

En el INAB, los pensamientos no se asumen como hechos, sino como hipótesis que la ciencia puede investigar

El Instituto de Neurociencia Avanzada de Barcelona (INAB) ha inaugurado su nuevo centro de investigación en la Fundación Norrsken, consolidándose como un referente en la exploración de la mente humana. Con un enfoque en neurociencia, el INAB desarrolla proyectos innovadores que abarcan desde el impacto emocional en la proliferación de células hasta la visión cognitiva.

Bajo la dirección del Dr. David del Rosario, el instituto se compromete a convertir el conocimiento científico en herramientas prácticas para la vida cotidiana, cuestionando los límites tradicionales de la neurociencia. Su meta es promover una sociedad más consciente y colaborativa a través de una investigación profunda sobre la percepción y la conciencia.

Este laboratorio destaca por su uso de tecnologías avanzadas, como la electroencefalografía de alta densidad (EEG) y la espectroscopía funcional del infrarrojo cercano (fNIRS), creando un ambiente propicio para el bienestar de investigadores y participantes. El Dr. Xavi Ginesta, cofundador del INAB, señala que este espacio tiene como objetivo fomentar la curiosidad científica y dejar atrás ideas obsoletas.

Los proyectos actuales abarcan fenómenos diversos dentro de la neurociencia, centrándose en cómo se generan las respuestas cognitivas y emocionales a nivel neuronal. Entre ellos, se investigan temas poco explorados, como la sincronía cerebral durante experiencias sensoriales compartidas y el efecto del ruido y el silencio en la dinámica celular. Uno de los estudios más fascinantes se enfoca en la “visión extraocular”, analizando la influencia de un déficit visual temporal en niños y sus posibles aplicaciones terapéuticas.

Recientemente, el INAB ha publicado un estudio que revela cómo las ondas acústicas generadas por estados de gratitud en la voz humana pueden influir en la proliferación celular. Este hallazgo abre nuevas vías en la comprensión de la interacción entre emociones, sonido y biología, así como en el campo de la sonobiología, que investiga el impacto de las ondas sonoras en procesos biológicos, ofreciendo nuevas oportunidades para la medicina regenerativa.

El instituto también colabora con universidades para desarrollar paneles acústicos a partir de materiales reciclados, que han demostrado ser eficaces en la reducción del ruido y seguros para la salud. Además, el INAB se interesa por las condiciones laborales, creando herramientas que permiten medir la presencia emocional y cognitiva de los empleados en sus tareas, con el propósito de fomentar el bienestar tanto personal como empresarial.