En 2023, se ha observado que el 22,4 % de los trabajadores en la Unión Europea (UE) realizó sus labores durante los fines de semana, lo que pone de manifiesto una preocupante tendencia en la dinámica laboral de la región. Este fenómeno afecta a distintos sectores y tipos de ocupación, siendo especialmente notable entre los trabajadores cualificados en agricultura, silvicultura y pesca, donde el porcentaje asciende al 49,5 %. También se destaca en el sector de servicios y ventas, con un 48,9 %, y en ocupaciones elementales, que alcanzan un 26,7 %.
Es interesante señalar la clara diferencia entre empleados y trabajadores por cuenta propia en esta estadística. Solo un 19,2 % de los empleados suele trabajar los fines de semana, cifra que se eleva considerablemente al 46,7 % cuando se trata de empleadores. Asimismo, el 37,8 % de los trabajadores autónomos sin empleados también se encuentra en esta situación.
Analizando la situación por países, Grecia se posiciona a la cabeza con un 32,3 % de sus empleados trabajando durante el fin de semana. Italia sigue de cerca, con un 30,9 %, y Chipre cierra el grupo de los tres primeros, alcanzando un 26,4 %. En contraste, las tasas más bajas se registran en Lituania (3,0 %), Polonia (4,5 %) y Hungría (6,6 %).
Este análisis adquiere especial relevancia coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Trabajadores, que se conmemora anualmente el 1 de mayo. La creciente tendencia de trabajar los fines de semana no solo refleja las demandas del mercado laboral europeo, sino que también plantea relevantes interrogantes sobre el equilibrio entre la vida personal y profesional en un contexto de creciente exigencia laboral.
