En Madrid, las festividades de San Isidro se celebran cada año con una tradición que endulza el ambiente: las rosquillas. Este 2025, Viena Capellanes se suma a la conmemoración ofreciendo una amplia variedad de estos dulces típicos que forman parte de la historia y cultura gastronómica de la ciudad desde hace más de un siglo.
La reconocida pastelería madrileña, famosa por su compromiso con la calidad y la artesanía, presenta sus variedades más emblemáticas: rosquillas tontas, listas, francesas y de Santa Clara. En total, la cadena de restauración tiene planeado producir más de 90.000 rosquillas, asegurando que la tradición repostera de Madrid perdure.
Entre las favoritas de los madrileños se encuentran las rosquillas listas, bañadas en un almíbar ligero y cubiertas con un delicado fondant de limón. En el pasado San Isidro, se vendieron más de 36.000 de estas. Las rosquillas tontas, ligeramente aromatizadas con anís, también tuvieron una buena aceptación, con más de 18.000 unidades consumidas el año anterior. Las opciones no terminan ahí; las rosquillas francesas, que combinan almendras y azúcar glas, junto con las de Santa Clara, con un característico baño de merengue seco, aseguran que hay una variedad para cada paladar.
Este año, Viena Capellanes también presenta su esperada Rosquilla de Violeta, una edición limitada que rinde tributo al famoso caramelo de violeta de la ciudad. Esta especialidad, cuyo sabor único se logra con una delicada infusión de violetas y trozos de caramelos, ha sido tan bien recibida que se ha convertido en un producto imprescindible para los asistentes a la festividad.
Así, Viena Capellanes contribuye a que las calles de Madrid se llenen de sabor y tradición durante este emblemático evento, asegurando que la esencia de San Isidro perdure a través de sus irresistibles rosquillas.