Durante el reciente apagón que afectó a gran parte de España el pasado lunes, el centro de datos de ipcore mantuvo su operatividad y, además, permitió desviar tráfico de internet de otros operadores afectados. Este incidente resaltó la importancia de contar con un ecosistema digital descentralizado y resiliente. El 28 de abril, un apagón eléctrico dejó sin servicio a múltiples centros de datos y provocó la caída de redes de telecomunicaciones en el país.
En este contexto, ipcore, una empresa española especializada en servicios de interconexión y alojamiento de infraestructura crítica, demostró su capacidad de respuesta. Fundada en Madrid, la compañía mantuvo todos sus servicios activos y ayudó a sostener la conectividad de terceros mediante sus propios enlaces de fibra óptica independientes. Su modelo se basa en una arquitectura de red distribuida y el uso de fibra oscura, permitiéndole operar en escenarios de emergencia.
Gracias a su infraestructura y generadores de respaldo, ipcore evitó interrupciones en el suministro eléctrico de sus servidores. Ante la prolongación del apagón, activó un protocolo de emergencia que incluyó un acuerdo de suministro continuo de gasóleo. Sin embargo, la urgencia de mantener operativos los hospitales llevó a la interrupción del abastecimiento habitual. La solución llegó gracias a dos empresas colindantes, que cedieron sus reservas de gasóleo para garantizar el servicio.
Mientras otros centros de datos sufrían subidas de temperatura y fallos en cadena, ipcore continuó operando sin problemas. Sin embargo, algunos clientes experimentaron dificultades de conectividad debido a la caída de enlaces externos gestionados por grandes operadores. El equipo técnico de ipcore comentó que «la excesiva concentración de interconexiones en unos pocos gigantes tecnológicos ha demostrado ser un punto débil del sistema».
La colaboración con otros actores del ecosistema digital español fue clave para superar la crisis. A través de proveedores de tránsito como Nearip y utilizando tecnologías como SR-MPLS y TI-LFA, ipcore activó rutas alternativas mediante fibra oscura, conectando directamente con puntos de intercambio en Londres y Ámsterdam. Esto permitió a sus clientes mantener la conexión durante el apagón.
Este episodio subraya la necesidad de fortalecer una red de telecomunicaciones distribuida, donde la diversidad de operadores aumente la resiliencia del conjunto. Desde ipcore señalaron que «la cooperación entre actores independientes fue decisiva. Es hora de reforzar un modelo abierto y colaborativo que garantice la estabilidad del sistema digital ante futuras crisis».