En un contexto donde la tecnología se ha convertido en una herramienta omnipresente en la vida de los niños, los especialistas de Qustodio han subrayado la relevancia de que los padres adopten un enfoque responsable y ejemplar en el uso de dispositivos electrónicos. El mal ejemplo que pueda darse en el hogar puede acarrear consecuencias negativas, tales como la adicción a las pantallas, la desconexión emocional y un bajo rendimiento escolar.
Durante la infancia, los adultos son considerados los modelos a seguir, lo que implica que un uso abusivo o inadecuado de la tecnología por parte de los progenitores puede entrar en contradicción con las normas que intentan imponer a sus hijos. Es habitual observar estas incoherencias, como cuando un padre revisa su móvil durante las comidas o lo utiliza para desconectarse tras un largo día laboral, mientras exige a los niños que mantengan ciertas pautas.
Gloria R. Ben, psicóloga experta de Qustodio, enfatiza la importancia de establecer un acuerdo digital eficaz que contemple comportamientos que a menudo pasan desapercibidos, pero que son cruciales para la educación tecnológica de los más jóvenes. Para lograrlo, es fundamental establecer normas claras, fomentar un diálogo respetuoso y optar por el acompañamiento en lugar de un control rígido.
La educación digital no debe estar centrada en prohibiciones, sino en la creación de un ambiente de confianza y comunicación abierta. Qustodio sugiere que las familias integren rutinas que incluyan actividades libres de pantallas, como deportes, lectura o juegos de mesa, proporcionando espacios de conexión emocional desprovistos de interrupciones tecnológicas.
La transparencia con los hijos respecto a la necesidad de estar conectados por motivos laborales es otra clave que resalta la autoridad de los padres como tutores pertinentes, ayudando a los menores a entender mejor las reglas que deben seguir. Según los expertos, el bienestar digital representa un proceso continuo que requiere flexibilidad, paciencia y un compromiso firme con el diálogo. La reciente experiencia de varias familias españolas durante un apagón digital ha revelado la importancia de reconectar con actividades sin pantallas, recordándoles el valor de pasar tiempo de calidad juntos, lejos de las distracciones tecnológicas.