En febrero de 2025, la Unión Europea ha registrado una significativa disminución en la cantidad de solicitantes de asilo. Durante este mes, un total de 59.085 personas no originarias de la UE buscaron protección internacional, lo que equivale a un 23 % menos en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando se contabilizaron 77.170 solicitudes. Además, se observó una caída del 12 % respecto a enero de 2025, que tuvo 66.800 solicitudes.
Según datos de Eurostat, también se reportaron 7.630 solicitantes adicionales, es decir, aquellos que ya habían iniciado un proceso de asilo anteriormente. Aunque esta cifra representa un aumento del 6 % en comparación con febrero de 2024, se observó una disminución del 6 % si se compara con enero de 2025.
Entre los países de origen de los solicitantes, los venezolanos ocupan el primer lugar con 8.345 solicitudes, seguidos de afganos con 5.610 y sirios con 4.630. Esta situación refleja una inquietante tendencia de desplazamiento humano desde Venezuela, donde la crisis económica y política continúa impactando a millones de personas.
Los estados miembros que recibieron la mayor parte de estas solicitudes fueron España, Alemania, Francia e Italia, acaparando el 77 % del total en la UE. En concreto, España registró 12.805 solicitudes, seguida de Alemania con 11.185, Francia con 10.725 e Italia con 10.715. A nivel general, la densidad de solicitantes por primera vez en la UE se situó en 13,2 por cada 100.000 personas, siendo Grecia el país con la tasa más alta, alcanzando 40,2, seguida por España con 26,3 y Luxemburgo con 25,6.
Un dato alarmante dentro de este panorama es el número de menores no acompañados que buscaron asilo en febrero de 2025, alcanzando un total de 1.720. La mayoría de estos menores provienen de Siria (300), Afganistán (210) y Egipto (200). Alemania fue el país que recibió la mayor cantidad de solicitudes de menores no acompañados, con 575, seguido de España con 330 y Grecia con 245.
Estos números evidencian la continua crisis humanitaria que afecta a diversas regiones del mundo y subrayan el papel crucial de la Unión Europea como destino para quienes buscan refugio en situaciones desesperadas. La situación demanda atención urgente y respuestas efectivas para abordar las complejidades del asilo y la protección internacional.