Gasto Militar Mundial: Cada Ocho Horas, Supera el Presupuesto Bienal de la OMS

María MR

En la reciente apertura de la Asamblea Mundial de la Salud de 2025, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó los logros alcanzados en el último año y enfatizó la urgente necesidad de aumentar la inversión global en salud. Durante su discurso, Ghebreyesus hizo un llamado a los Estados Miembros para que refuercen su apoyo financiero, poniendo de relieve la notable brecha existente entre el gasto militar y las inversiones en el ámbito sanitario. Según sus declaraciones, un solo bombardero furtivo o el gasto militar mundial cada ocho horas es equivalente al presupuesto bienal de la OMS.

El director general apeló al compromiso colectivo de recaudar los fondos necesarios para que la OMS pueda continuar con sus actividades esenciales, advirtiendo que la salud de miles de millones de personas está en juego. «Nuestro trabajo es, sin duda, un patrimonio precioso que no podemos abandonar», afirmó, subrayando la importancia de construir un futuro más saludable y equitativo a pesar de los numerosos desafíos que enfrenta la organización.

Además, Ghebreyesus instó a los países a adoptar un acuerdo internacional que facilite la prevención, preparación y respuesta ante pandemias. Este acuerdo, que fue finalizado por consenso en abril, tiene como objetivo garantizar el acceso equitativo a soluciones sanitarias durante crisis globales y fortalecer la vigilancia epidemiológica de manera integral.

Un aspecto crítico señalado por el director general fue la dependencia de la OMS en la financiación voluntaria, que representa un desafío significativo. A pesar de los esfuerzos por aumentar las contribuciones y crear la Fundación OMS, la organización se enfrenta actualmente a un déficit superior a los 500 millones de dólares, con una proyección que podría alcanzar los 1.7 mil millones para el presupuesto 2026-2027. Esta falta de recursos podría comprometer su capacidad para cumplir con su mandato y requeriría un reajuste estructural.

Ghebreyesus hizo hincapié en la necesidad de continuar invirtiendo en sistemas de salud, dado que la preparación y la seguridad sanitaria son esenciales tras la pandemia de COVID-19. La OMS está apoyando a los países en el fortalecimiento de estas capacidades a través de un marco de emergencia que incluye vigilancia genómica y monitoreo global de amenazas sanitarias. En 2024, la OMS evaluó más de 15 millones de señales, asegurando una respuesta rápida ante amenazas a la salud.

El director general también resaltó logros significativos, incluyendo un aumento en la cobertura de vacunación a nivel mundial y la distribución de más de 27 millones de dosis de vacunas contra la malaria en 20 países africanos. La organización celebra, además, la certificación de varios países como libres de paludismo y los avances en la eliminación de enfermedades tropicales desatendidas.

A pesar de estos éxitos, la OMS enfrenta desafíos críticos en la gestión de emergencias. En 2024, coordinó respuestas en 51 situaciones a través de 89 países, desplegando equipos médicos y suministros especializados. Sin embargo, el resurgimiento de la poliomielitis continúa siendo un problema importante, con un aumento de casos en Pakistán y Afganistán que destaca la necesidad de mantener la vigilancia y la coordinación en la lucha contra esta enfermedad.