La Oficina de Derechos Humanos ha alertado sobre un empeoramiento alarmante de la situación en Gaza, tras la escalada militar de Israel que ha dejado 96 palestinos muertos en solo dos días, entre ellos mujeres y niños. Los recientes bombardeos, acusados de ser dirigidos contra civiles y estructuras humanitarias, han desatado una creciente preocupación que sugiere un posible escenario de limpieza étnica en la región.
Desde hace tres meses, Israel ha intensificado un bloqueo que ha dificultado seriamente la entrada de bienes esenciales, exacerbando la crisis humanitaria. António Guterres, Secretario General de la ONU, ha hecho un llamado urgente para facilitar la entrega de ayuda humanitaria ante los ataques sistemáticos contra hospitales y refugios de desplazados internos. A pesar de que algunos camiones de asistencia humanitaria han logrado ingresar a Gaza tras semanas de bloqueo total, el coordinador de Ayuda Humanitaria ha subrayado que es necesario un esfuerzo mucho mayor para atender las crecientes necesidades de la población.
Las autoridades israelíes han sido instadas a abrir más cruces de entrada, agilizar los procedimientos de ayuda y levantar las restricciones que dificultan el acceso a recursos vitales. Un flujo regular de asistencia es fundamental para mitigar el hambre y la escasez de recursos básicos que enfrenta la población.
A pesar de los riesgos que implica el contexto de violencia, los trabajadores humanitarios continúan comprometidos con su labor de ayudar a quienes más lo necesitan. La comunidad internacional observa con atención, exigiendo acciones concretas para evitar un desastre humanitario mayor y pidiendo la protección de los civiles así como una reanudación del alto el fuego.