Compromiso Global para la Prevención de Futuras Pandemias

María MR

Después de tres años de negociaciones intensas impulsadas por las lecciones aprendidas durante la crisis del COVID-19, los países del mundo han logrado adoptar un histórico acuerdo internacional enfocado en la prevención, preparación y respuesta ante futuras pandemias. Este acuerdo, ratificado en la reciente Asamblea Mundial de la Salud, marca un avance significativo hacia la cooperación global para proteger vidas y mitigar las devastadoras consecuencias de posibles brotes pandémicos.

El impacto de la pandemia de COVID-19 fue profundo, con cerca de siete millones de muertes y sistemas sanitarios colapsados, lo que provocó una paralización casi total de la economía global. La experiencia acumulada ha llevado a la comunidad internacional a buscar un marco que garantice una mejor preparación ante eventos similares de cara al futuro.

La aprobación del acuerdo fue casi unánime, con 124 votos a favor y sin objeciones, lo que permitió que la adopción se llevara a cabo en un ambiente festivo. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, expresó su «optimismo cauteloso», destacando que este acuerdo representa una victoria para la salud pública y un enfoque multilateral para hacer frente a futuras amenazas pandémicas. Además, subrayó la necesidad de evitar que ciudadanos y economías se vean expuestos a las pérdidas sufridas durante la crisis del COVID-19.

Uno de los aspectos centrales del acuerdo es la atención a las desigualdades que se hicieron evidentes durante la pandemia respecto al acceso a diagnósticos, tratamientos y vacunas. El doctor Teodoro Herbosa, secretario del Departamento de Salud de Filipinas, destacó la urgencia de implementar los elementos fundamentales del acuerdo, abogando por un acceso equitativo a productos sanitarios esenciales.

Pese a las preocupaciones planteadas sobre la soberanía nacional durante el proceso de negociación, el acuerdo aclara que la OMS no tendrá autoridad para interferir en las leyes nacionales ni imponer medidas restrictivas, como prohibiciones de viaje o vacunaciones obligatorias.

El siguiente paso tras la adopción del acuerdo es su implementación, la cual será gestionada por un Grupo de Trabajo Intergubernamental encargado de redactar un sistema que facilite el acceso a patógenos y la distribución de beneficios. Los resultados de este trabajo serán presentados en la Asamblea Mundial de la Salud el año próximo. Una vez que se apruebe el anexo, el acuerdo estará abierto a la firma y ratificación, con 60 ratificaciones necesarias para que entre en vigor.

Además, se prevé la creación de un mecanismo financiero destinado a la prevención y respuesta ante pandemias, así como la formación de una Red Mundial para mejorar el acceso a productos sanitarios en emergencias de salud pública.