En la sede de la ONU en Nueva York, el Secretario General António Guterres ha expresado su grave preocupación por la situación de los palestinos en Gaza, a quienes describe como enfrentando “lo que puede ser la fase más cruel de este cruel conflicto”. Guterres indicó que el riesgo inminente de hambruna afecta a toda la población, lo que resalta la necesidad urgente de ayuda humanitaria.
El Secretario General señaló que Israel, como potencia ocupante, tiene la responsabilidad de facilitar la entrada y entrega de dicha ayuda. Aunque Brasil ha permitido la entrada de casi 400 camiones de suministros en los últimos días, únicamente se han podido recoger materiales de 115 de ellos, dejando al norte de la Franja sin ningún tipo de asistencia.
Guterres subrayó que “las familias pasan hambre y se les niega lo más básico”, y describió la ayuda recibida hasta ahora como “una cucharadita de ayuda” en comparación con lo que realmente se necesita. Criticó además las restricciones impuestas por Israel, que incluyen la prohibición de artículos esenciales como combustible y suministros para el agua potable. En este sentido, hizo un llamado a adoptar medidas de seguridad para proteger a los convoyes de ayuda, enfatizando los serios riesgos que enfrenta el personal de la ONU al intentar entregar asistencia.
El Secretario General también demandedó un alto el fuego permanente, la liberación de todos los rehenes y el acceso humanitario completo. Guterres presentó un plan en cinco fases, respaldado por los Estados Miembros, diseñado para garantizar la entrega continua de ayuda a Gaza, la inspección y escaneo de materiales en los puntos fronterizos, el transporte a instalaciones humanitarias y su posterior distribución.
Mientras tanto, la situación en Gaza es crítica, con el 80% del territorio designado como zona militarizada o área de evacuación obligatoria. Desde el colapso del alto el fuego el 18 de marzo, cerca de 610,000 personas han huido de la violencia, lo que ha llevado a Guterres a recordar que Israel tiene claras obligaciones bajo el derecho internacional humanitario y no debe desplazar forzosamente a la población civil.
En un contexto alarmante, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha informado sobre el saqueo de 15 camiones de ayuda en el sur de Gaza, un duro golpe a los esfuerzos humanitarios en un momento crítico. El PMA subrayó que la situación es insostenible y se necesita una respuesta más contundente para evitar una crisis alimentaria aún mayor.
Philippe Lazzarini, responsable de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), enfatizó la urgencia de un flujo constante de ayuda, afirmando que se necesitarían entre 500 y 600 camiones diarios para cubrir las necesidades básicas de la población de Gaza. Aunque se han autorizado algunos camiones en los últimos días, el PMA ha advertido que la cantidad permitida es muy insuficiente para los 2,1 millones de habitantes de la región. La comunidad internacional sigue haciendo un llamado a una asistencia humanitaria más efectiva y sostenible.
