La secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García, visitó este miércoles la comunidad de regantes de los Riegos de Bardenas, en la provincia de Zaragoza, con el objetivo de supervisar el avance de dos significativos proyectos de modernización. Estas iniciativas, que cuentan con una inversión de 69.091.932 euros, forman parte de un esfuerzo coordinado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa).
El propósito principal de estos proyectos es la modernización de 7.295 hectáreas de riego, lo que beneficiará a 367 regantes de los municipios de Ejea de los Caballeros, Biota y Sádaba. La transformación incluye el cambio del sistema de riego tradicional por gravedad a un sistema de riego presurizado. Este moderno enfoque promete ser más eficiente al adaptarse mejor a las necesidades específicas de los cultivos, al mismo tiempo que elimina las pérdidas de agua que ocurrían durante el transporte en las antiguas redes de acequias y canales. Se espera también una reducción significativa en la cantidad de agua extraída del Canal de Bardenas, gracias a la implementación de este sistema más sostenible.
Estos trabajos hacen parte del programa de modernización del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Impulsado por el ministerio en colaboración con SEIASA y cofinanciado por los fondos Next Generation de la Unión Europea, este programa prevé que hasta el 80% de los costes elegibles serán cubiertos por contribuciones públicas, mientras que las comunidades de regantes y otros usuarios asumirán el resto. La finalización de las obras está prevista para el año 2026.
En un contexto más amplio, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha proyectado una inversión en Aragón superior a los 411,5 millones de euros, destinada a 16 proyectos de modernización de regadíos. Estos esfuerzos subrayan el compromiso del gobierno con la transición ecológica y la optimización de recursos en el sector agrícola, asegurando un uso más eficiente y sostenible del agua en la región. Este tipo de iniciativas no solo buscan mejorar la productividad, sino también garantizar la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente en territorios agrícolas clave del país.