El Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) ha iniciado una consulta pública con el objetivo de establecer un nuevo mercado de capacidad en el sistema eléctrico peninsular español. Esta iniciativa busca garantizar la seguridad en el suministro eléctrico y promover inversiones en tecnologías clave, como el almacenamiento energético y la gestión de la demanda. El mercado de capacidad se perfila como una herramienta fundamental para atraer inversiones que impulsen la integración de sistemas de baterías en el sistema eléctrico, elementos esenciales en la transición hacia un modelo energético más renovable y flexible.
Este nuevo mercado permitirá la participación de diversas instalaciones de generación, almacenamiento y consumidores, incluidas las figuras de agregadores de demanda. Los participantes recibirán compensaciones económicas por su disponibilidad para suministrar electricidad o reducir su consumo en momentos críticos. Según la propuesta del MITECO, se contemplan tres tipos de subastas: la subasta principal, centrada en proyectos existentes y nuevos con una duración de entre uno y quince años; la subasta de ajuste anual, destinada a instalaciones en operación con una vigencia de doce meses; y la subasta transitoria, que brindará estabilidad al sistema mientras se implementan los servicios adjudicados en las subastas principales.
Un aspecto fundamental de estas subastas es que las instalaciones generadoras participantes no podrán emitir más de 550 gramos de CO2 por kWh y deberán cumplir con requisitos de firmeza y flexibilidad establecidos por el Ministerio. Las nuevas inversiones se limitarán a tecnologías renovables y de almacenamiento, lo que resalta el compromiso del país con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono.
La implementación del mercado de capacidad es crucial para el desarrollo y expansión de sistemas de almacenamiento energético, especialmente las baterías, que juegan un papel vital en la gestión de la variabilidad de fuentes renovables como la solar y la eólica. A pesar de los beneficios que pueden ofrecer, estos proyectos han enfrentado retos significativos relacionados con la incertidumbre de ingresos, afectando su viabilidad financiera.
El nuevo mercado de capacidad podría proporcionar la estabilidad financiera que los proyectos de baterías necesitan, convirtiéndose en un pilar fundamental para su sostenibilidad. Esta estructura ofrecerá ingresos más predecibles, facilitando el acceso a financiamiento y fomentando tanto proyectos independientes como aquellos combinados con energías renovables.
Esta estrategia se alinea con la tendencia observada en otros países europeos, donde los mecanismos de capacidad han demostrado ser efectivos para estabilizar el suministro eléctrico en sistemas que dependen de energías renovables intermitentes. Francia, el Reino Unido e Italia ya han adoptado modelos similares que incentivan la inversión en tecnologías que aportan flexibilidad y respaldo a la red eléctrica, asegurando la sostenibilidad futura.
Con la implementación de este mercado, España se posiciona para superar las barreras que han limitado el despliegue de tecnologías de almacenamiento, atrayendo inversiones esenciales que no solo serán rentables, sino también cruciales para cumplir con los objetivos de descarbonización establecidos en el marco de la transición energética.
