La misión japonesa Hakuto-R, operada por la empresa nipona Ispace, tenía programado su aterrizaje en la Luna a las 16:41 GMT de ayer, pero los planes no salieron como estaba previsto. La compañía, con sede en Tokio, había transmitido en directo el intento de aterrizaje. De haberse completado con éxito, este habría sido el primer alunizaje logrado por una misión privada.
En la madrugada de hoy, Ispace comunicó que se había perdido la conexión con la sonda poco antes del aterrizaje, lo que dificultaba saber si había logrado tocar la superficie lunar. Según los últimos datos disponibles de la compañía, la comunicación con el centro de control se perdió en la fase 9, la penúltima de la misión, que consistía en completar el aterrizaje lunar.
Como resultado de esta desconexión, Ispace llegó a la conclusión de que hay una alta probabilidad de que la sonda haya realizado un aterrizaje forzoso, es decir, que no se logró establecer un sistema estable de comunicación ni un suministro de energía seguro para su operabilidad sobre el terreno lunar. La sonda se encontraba en posición vertical durante su aproximación final, pero no se recibieron datos confirmando que hubiera tocado tierra.
Ryo Ujiie, jefe de operaciones de la misión, expuso en rueda de prensa que la sonda habría agotado su combustible antes de tocar la superficie lunar. La sonda descendió desde unos 20 kilómetros de altura, reduciendo su velocidad y modificando su posición según lo previsto. No obstante, es posible que haya alcanzado la superficie sin lograr posicionar adecuadamente sus cuatro patas, lo que habría provocado el aterrizaje forzoso.
Takeshi Hakamada, fundador y CEO de Ispace, reconoció que la empresa no espera completar el aterrizaje lunar de esta primera misión. No obstante, destacó que se ha adquirido una valiosa cantidad de datos y experiencia para futuras operaciones. Ispace ya trabaja en su siguiente proyecto, previsto para 2024, que consistirá en enviar otra sonda a la Luna y desplegar un vehículo explorador.
El presidente de la Agencia de Exploración Aeroespacial japonesa (JAXA), Hiroshi Yamakawa, comentó que lo sucedido con Hakuto-R sentará las bases para la próxima misión. JAXA, que colabora con Ispace, continuará trabajando junto a la industria y organismos internacionales para avanzar en la exploración espacial y contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad humana.
Fumio Kishida, primer ministro de Japón, valoró la misión pese a sus contratiempos, destacando que envía un fuerte mensaje de perseverancia y compromiso. El gobierno japonés seguirá apoyando las iniciativas espaciales de las start-ups.
El lanzamiento del Hakuto-R se efectuó en diciembre desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. La sonda, de unos 2,3 metros de altura y 2,6 metros de largo, transportaba un pequeño robot de exploración desarrollado por JAXA y la empresa Tomy, así como un vehículo lunar diseñado por los Emiratos Árabes Unidos. El aterrizaje estaba previsto en el cráter Atlas, situado en el hemisferio norte lunar.
Ispace, fundada en 2010, se define como una empresa global con la visión de «expandir el planeta» y «expandir el futuro», ofreciendo servicios de transporte de alta frecuencia y bajo costo entre la Tierra y la Luna. La firma cuenta con oficinas en Japón, Luxemburgo y Estados Unidos, y mantiene proyectos conjuntos con la NASA y la Agencia Espacial Europea.