Un estudio reciente realizado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar ha revelado que un desayuno adecuado en términos de cantidad y calidad puede tener un impacto significativo en la reducción del riesgo cardiovascular. Publicado en el Journal of Nutrition, Health and Aging, la investigación observó durante tres años a 383 personas de entre 55 y 75 años que padecían sobrepeso u obesidad, participantes del proyecto PREDIMED-Plus, enfocado en los efectos de la dieta mediterránea en la salud.
Los resultados del estudio son contundentes: aquellos participantes que consumieron entre el 20 y el 30% de su ingesta calórica diaria en el desayuno mostraron notables mejoras en varios indicadores de salud. Su índice de masa corporal se redujo entre un 2 y un 3,5%, y experimentaron una disminución del perímetro de la cintura de entre el 2 y el 4%. En términos de lípidos en sangre, los niveles de triglicéridos disminuyeron entre un 9 y un 18%, mientras que el colesterol HDL, conocido por sus beneficios para la salud, aumentó entre un 4 y un 8,5%.
El enfoque del estudio no solo consideró la cantidad de energía ingerida durante el desayuno, sino también la calidad de los alimentos consumidos. Los participantes que seleccionaron una dieta equilibrada, rica en proteínas, grasas saludables, fibras y nutrientes esenciales como el calcio y el hierro, presentaron mejoras adicionales: su perímetro abdominal fue un 1,5% menor y sus triglicéridos un 4% menores.
Álvaro Hernáez, uno de los investigadores, enfatiza la importancia de realizar un desayuno consciente, seleccionando cuidadosamente tanto la cantidad como la calidad de los alimentos. «Es esencial tanto la calidad como la cantidad», afirma. La Dra. Montse Fitó, coordinadora del grupo de investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición, respalda estos hallazgos y apunta que las recomendaciones dietéticas que enfatizan la calidad son cruciales para mejorar los factores de riesgo cardiovascular.
Karla-Alejandra Pérez-Vega, también investigadora del estudio, resalta que promover hábitos saludables de desayuno no solo mejora la salud cardiovascular, sino que también puede contribuir al envejecimiento saludable y a una mejor calidad de vida.
Este estudio, realizado con la colaboración de diversos centros de investigación y financiado por varias entidades, ofrece nuevas perspectivas sobre cómo la dieta diaria puede influir en la salud cardiovascular. Subraya la importancia de una buena alimentación desde el inicio del día y su impacto duradero en el bienestar de las personas mayores.