En 2024, la Unión Europea (UE) experimentó un notable descenso en sus importaciones de productos energéticos, alcanzando un valor de 375,9 mil millones de euros y un total de 720,4 millones de toneladas. Esta reducción resalta una disminución considerable respecto al año anterior, con caídas del 16,2% en valor y del 7,1% en masa neta.
Entre los productos energéticos, el petróleo crudo mostró una disminución en su valor de importación del 4,7%, así como un descenso del 2,4% en volumen. De manera más acentuada, las importaciones de gas licuado sufrieron un duro golpe, con una caída del 39,1% en cuanto a su valor y del 15,1% en volumen en comparación con 2023. Asimismo, el gas natural en estado gaseoso también presentó disminuciones significativas, cayendo un 30,2% en valor y un 4,4% en volumen.
El panorama energético de la UE en 2024 resalta a Estados Unidos y Noruega como sus principales suministradores. En el caso del petróleo, los principales socios fueron Estados Unidos, que representó el 16,1% de las importaciones, seguido por Noruega con el 13,5% y Kazajistán con el 11,5%. En contraste, el gas natural licuado tuvo a Estados Unidos como el principal proveedor, cubriendo el 45,3% de las importaciones, mientras que Rusia y Argelia aportaron el 17,5% y el 10,7%, respectivamente.
En lo que respecta al gas natural gaseoso, Noruega se destacó como el mayor origen, con un impresionante 45,6% de las importaciones, con Argelia y Rusia en el segundo y tercer lugar, proporcionando un 19,3% y un 16,6%, respectivamente.
La disminución en las importaciones de energía refleja las complejidades del mercado energético global y las cambiantes políticas energéticas en la UE, que busca avanzar hacia fuentes de energía más sostenibles, un objetivo que adquiere cada vez más urgencia ante los desafíos actuales.