En el tercer trimestre de 2024, las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea han mostrado una disminución del 0,6% en comparación con el mismo período del año anterior. Se estima que las emisiones alcanzaron los 767 millones de toneladas de equivalentes de dióxido de carbono (CO2-eq), en contraste con los 772 millones de toneladas reportados en 2023. Este descenso ocurre en un contexto donde el Producto Interno Bruto (PIB) de la UE incrementó un 1,3%, lo que sugiere un crecimiento económico paralelo a la reducción de la contaminación.
Los datos, presentados por Eurostat, proporcionan una visión clara sobre la relación entre las emisiones de gases de efecto invernadero y las cifras socioeconómicas. Un análisis sectorial revela que el sector de suministro de electricidad y gas fue el principal responsable de la disminución de emisiones, con una reducción del 6,7%, seguido por el sector de transporte y almacenamiento, que registró una reducción del 0,9%.
Un total de 16 países de la UE reportaron una caída en sus emisiones durante este trimestre. Austria lidera con una notable disminución del 7,8%, seguida de Hungría y Dinamarca, con caídas del 3,3% y 2,8%, respectivamente. Sin embargo, es importante destacar que, de estos 16 países, cuatro vieron caer su PIB: Hungría, Austria, Estonia y Rumanía. En contraste, los otros 12 países mantuvieron su crecimiento económico mientras lograban reducir sus emisiones, destacando a Malta, Croacia y España entre ellos.
Este panorama de crecimiento económico junto a la reducción de emisiones es un indicativo positivo hacia un modelo de desarrollo más sostenible en la Unión Europea. Refleja la efectividad de las políticas ambientales implementadas en la región y sugiere un avance hacia los objetivos climáticos fijados para las próximas décadas. La interrelación entre la economía y el medio ambiente se posiciona como un factor crucial para el futuro del bloque comunitario, planteando oportunidades de progreso en medio de la lucha contra el cambio climático.