El Museo del Prado ha lanzado una innovadora colaboración con Paccari, una reconocida marca de chocolate orgánico y sostenible, con el objetivo de crear una colección exclusiva de tabletas de chocolate que fusiona el arte clásico con el placer de degustar chocolate premium. Esta unión no solo destaca la calidad de los productos, sino también un firme compromiso con la sostenibilidad y la creatividad.
La colección incluye dos tabletas de chocolate, cada una de ellas diseñada con un meticuloso detalle que rinde homenaje a dos obras maestras del Prado: «El Jardín de las Delicias», de El Bosco, y «Paso de la Laguna Estigia», de Patinir. Estas tabletas no solo buscan atraer a los paladares más exigentes, sino que también ofrecen una experiencia sensorial que combina la apreciación estética del arte con el placer del chocolate.
La primera tableta, titulada «Raw 70% Cacao y El Jardín de las Delicias», se inspira en el icónico drago pintado por El Bosco, empleando cacao en su forma más pura. La segunda, llamada «Sal de Cuzco con pepitas de cacao y Paso de la Laguna Estigia», combina el cacao con sal del Valle Sagrado y crujientes nibs, evocando la atmósfera mágica del naranjo que aparece en la obra de Patinir.
Paccari, que en quechua significa «naturaleza», ha ido consolidándose como un referente en la industria del chocolate orgánico a lo largo de los años. Santiago Peralta, su fundador, ha manifestado que esta colaboración con el Museo del Prado es un homenaje al respeto por el arte, la cultura y la sostenibilidad. «Es un honor poder asociarnos con una institución tan prestigiosa», asevera, resaltando la importancia de integrar el arte y el sabor con prácticas responsables.
Las tabletas de chocolate, que han sido diseñadas con una conciencia ambiental, estarán disponibles exclusivamente en la tienda oficial del Museo del Prado y en su página web, con un precio de 6,00 €. Esta iniciativa se perfila como una opción de regalo perfecta para quienes valoran la unión entre el arte, el sabor y la sostenibilidad. Más allá de ofrecer una nueva manera de disfrutar del arte, esta colaboración establece un precedente en la forma en que se pueden llevar a cabo asociaciones culturales y comerciales, alentando al mismo tiempo un consumo responsable.