Celebración de la ONU del Día Mundial del Atún: Promoviendo la Pesca Sostenible

María MR

Este 2 de mayo se celebra el Día Mundial del Atún, una efeméride instaurada por la Asamblea General de la ONU hace nueve años, con el propósito de resaltar la relevancia del atún tanto en la alimentación humana como en la promoción de prácticas de pesca sostenible. Este pescado, conocido por sus exquisitas conservas, es una fuente rica en proteínas, minerales, ácidos grasos omega-3 y vitamina B12, lo que lo convierte en una opción saludable para muchos consumidores.

Sin embargo, el atún enfrenta serias amenazas como la sobrepesca y métodos de captura depredadores, impulsados por una demanda creciente que pone en riesgo las poblaciones de esta especie. En 2017, el 75% de las capturas de atún provenían de poblaciones no afectadas por la sobrepesca; en la actualidad, ese porcentaje ha aumentado a más del 90%, lo que sugiere avances en la gestión de sus poblaciones. Especialmente relevante es el caso del atún rojo del Atlántico, que, tras haber estado al borde de la extinción en ciertas áreas, ha comenzado a recuperarse en el sur de Inglaterra e Irlanda, gracias a esfuerzos coordinados de los gobiernos en diversas regiones.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) lidera el programa Océanos Comunes, que persigue garantizar la sostenibilidad de las poblaciones de atún mediante la implementación de normativas y directrices que consideran las recomendaciones de pescadores, científicos y gestores pesqueros. Este programa tiene la meta de mantener todas las grandes poblaciones de atún a niveles sostenibles para el año 2027.

A pesar de los avances logrados, la vigilancia y la regulación siguen siendo un aspecto crucial en esta labor. El Tratado de Alta Mar es un testimonio de los esfuerzos a nivel internacional para proteger la biodiversidad marina frente a desafíos como el cambio climático, que afecta no solo la reproducción del atún, sino que también lo empuja a desplazarse hacia aguas más profundas, lo cual incrementa los costos de pesca y amenaza los medios de vida de comunidades costeras vulnerables.

Además, es esencial hacer hincapié en la protección de otras especies marinas, como las aves, que a menudo quedan atrapadas en las redes y anzuelos de los pescadores. Promover prácticas de pesca sostenible se vuelve imperativo para abordar estos retos.

La captura de atún se concentra en el Océano Pacífico, que representa dos tercios de la producción total, mientras que el 23% proviene del Océano Índico y solo el 11% del Atlántico. Como depredadores de sangre caliente, los atunes tienen la capacidad de nadar a velocidades de hasta 43 kilómetros por hora y son conocidos por sus extensas migraciones, recorriendo miles de kilómetros a través de los océanos. La gestión adecuada de estas pesquerías no solo es vital para la continuidad de la especie, sino que también resulta crucial para la seguridad alimentaria global y la salud del medio ambiente marino.