El ciberacoso en los videojuegos en línea se ha transformado en una creciente preocupación, especialmente para los menores que forman una parte significativa de la comunidad gamer. Un informe, elaborado en 2022 por la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña, revela que el 37% de los jóvenes que sufren ciberbullying lo padecen en plataformas de videojuegos. Estas situaciones de acoso ocurren principalmente en los chats de los juegos, donde los jugadores son objeto de insultos, amenazas, exclusión social y comentarios de carácter sexista o racista.
Frente a esta situación, la prevención emerge como la herramienta más efectiva para combatir el ciberacoso en el ámbito de los videojuegos. Las repercusiones para las víctimas pueden ser severas, desde padecer ansiedad y depresión hasta una notable pérdida de autoestima. Por ello, el rol de los padres es fundamental en la protección de los menores. Es vital que los progenitores estén al tanto de los riesgos, promoviendo un uso responsable de las plataformas digitales, y ayudando a sus hijos a identificar y denunciar el acoso.
Qustodio, una empresa dedicada a la seguridad online y al bienestar digital de las familias, propone varias estrategias para prevenir el ciberacoso en los videojuegos. En primer lugar, aboga por fomentar una comunicación abierta entre padres e hijos para que los menores puedan compartir sus experiencias en los juegos sin miedo. Además, recomienda que los padres supervisen el uso que los menores hacen de los videojuegos, familiarizándose con las opciones sociales y configuraciones de privacidad. Establecer normas claras sobre la interacción en línea, como evitar compartir información personal o aceptar solicitudes de amistad de desconocidos, también es crucial para asegurar la seguridad.
Emily Lawrenson, gerente de comunicación de Qustodio, subraya la importancia de que los padres aborden estas cuestiones desde una perspectiva de comunicación abierta y sin prejuicios. «Es esencial que los menores se sientan cómodos al hablar de inseguridades, faltas de respeto, acoso o situaciones similares que puedan experimentar en el mundo de los videojuegos», afirma Lawrenson.
Conforme los videojuegos online siguen siendo una parte integral de la vida de muchos jóvenes, la implicación y supervisión de los padres, junto con el aumento de la concienciación sobre los riesgos, son esenciales para proteger a los menores de experiencias negativas en estas plataformas.