Ahora que llega el verano y suben las temperaturas es el momento ideal para trazar un plan efectivo para ahorrar agua en casa. No solo es una actitud responsable con el medioambiente sino que, además, te ayudará a evitar gastos innecesarios. Aquí tienes algunas recomendaciones que conviene poner en práctica cuanto antes.
No hace falta que te diga a estas alturas la gran importancia que tiene no malgastar los recursos. Y el agua es uno de los esenciales, ya que es imprescindible para la vida. Sin embargo, a veces lo olvidamos. Quizás sea por lo fácil que nos resulta abrir el grifo y ver el agua correr, pero lo cierto es que la mayoría de nosotros puede (y debe) ahorrar agua en una cantidad nada despreciable. Solo hace falta querer… y organizarse.
Por eso hoy te damos algunos consejos prácticos para que te resulte de lo más sencillo ahorrar agua tanto en casa como en el jardín. Toma nota y hazlos tuyos. ¡Verás cómo baja la factura del agua!
Ahorrar agua, necesidad y obligación
¿Sabías que en España cada persona consume una media de 190 litros al día, según datos de la Fundación Aquae? Es un consumo demasiado elevado, si pensamos en que el agua es un recurso que escasea en muchos lugares del planeta. Por eso ahorrar agua debe ser más que una necesidad. Ha de ser un deber que nos impongamos a nosotros mismos para lograr un mundo más sostenible.
Hay muchas formas de ahorrar agua y cualquier medida, aunque te parezca poco importante, pone su granito de arena en la misión de consumir el menor número de litros posible. Aquí tienes algunas cosas que puedes hacer en casa para mantener el gasto del líquido elemento bajo control.
Los grifos, siempre a punto
Mantener los grifos siempre cerrados, en especial cuando no necesitamos agua o cuando estamos lavándonos los dientes o aseándonos, es clave para ahorrar agua. Y no solo no debemos dejar correr el agua alegremente, sino que es importante que vigilemos que están en buen estado y no gotean.
Esta es una de las averías más frecuentes en las casas y supone malgastar litros y litros de agua. Según información de la Fundación Aquae, por un grifo que gotea se pierden en torno a 75 litros de agua al día. Si cada casa en España tuviese un grifo goteando se podría llenar de agua un estadio de fútbol en 18 días (se malgastarían 450 millones de litros de agua cada jornada). Por eso conviene reparar este tipo de averías cuanto antes.
Otra medida a tomar en relación a los grifos es colocar en ellos aireadores o atomizadores. Estos mecanismos, muy sencillos por otro lado, mezclan el agua con aire y consiguen reducir el consumo sin que se note en la presión ni el caudal del agua.
Usa racionalmente los electrodomésticos
Además de elegir electrodomésticos eficientes de categoría A+++, usarlos a pleno rendimiento conseguirá reducir el consumo en la medida de lo posible. Y en lo que al gasto de agua se refiere, esto también es determinante.
Utiliza la lavadora poniéndola con la carga completa y no a medias. Piensa que cada vez que haces la colada gastas de 60 a 90 litros de agua.
También el lavavajillas te ayudará a ahorrar agua, además de quitarte trabajo y regalarte un tiempo precioso para ti. Este maravilloso electrodoméstico supone un ahorro de agua de hasta un 50 % con respecto a fregar los cacharros a mano.
Apuesta por el buen consumo en el cuarto de baño
Además de los aireadores para los grifos, existen otros elementos que te ayudan a ahorrar agua en el cuarto de baño. Uno de ellos son las cisternas de doble descarga que, aunque parezca que no, logran el objetivo. Piensa cuántas veces presionas el botón de la cisterna al cabo del día…
Otra idea efectiva es elegir grifos termostáticos para la ducha. Una vez seleccionada la temperatura ideal del agua, esta sale caliente de forma rápida evitando que se desperdicien litros y litros. Si no cuentas con estos dispositivos, siempre puedes recoger el agua fría hasta que salga caliente y utilizarla después para fregar el suelo o regar las plantas.
Ahorrar agua en el jardín
En primavera comienza la temporada de jardín y, con ella, se eleva el consumo de agua en las zonas de exterior. Sobre todo porque es necesario regar las plantas con más frecuencia (y también el césped).
Sin embargo hay algunas medidas que puedes tomar para evitar el consumo excesivo de agua. Comienza por eliminar las malas hierbas de tu jardín, ya que roban recursos a las plantas y hacen que necesiten mayor riego. También puedes acostumbrarte a regar el jardín de noche, al amanecer o al atardecer, cuando el suelo está menos caliente y se produce una menor evaporación del agua de riego.
Si tienes instalado un sistema de riego por aspersión, conviene que vigiles los aspersores de vez en cuando para asegurarte de que riegan donde tienen que hacerlo.
Sea como sea, en casa y en el jardín, siempre es posible encontrar formas para cumplir el objetivo marcado: ahorrar la mayor cantidad de litros de agua posible.