Los suelos de baldosas son duraderos y perfectos para áreas donde el agua se usa con frecuencia, como los baños , lavanderías, cocinas o baños. Ya sea que el azulejo sea de vinilo, cerámica o piedra, limpiarlo correctamente ayudará a que el suelo se vea mejor y dure más.
Con qué frecuencia limpiar suelos de baldosas
Tu horario de limpieza para suelos cerámicos dependerá de la cantidad de tráfico que pase por las habitaciones. Por supuesto, los derrames de alimentos u otros productos deben limpiarse de inmediato.
Para la mayoría de nosotros, los suelos deben ser barridos o aspirados diariamente. Esto eliminará la arena que raya el suelo y ayuda a prevenir la acumulación de polvo y pelo en las esquinas y líneas de pared. Los suelos deben fregarse al menos semanalmente para evitar la acumulación de mugre.
Lo que necesitas para limpiar los suelos de baldosas de vinilo
Casi todos los suelos nuevos de vinilo son de cera. Aplicar cera o usar un limpiador que sea un «fregar y brillo» opacará el acabado. Primero tendrás que barrer o aspira la suciedad y luego fregar el suelo. Si no lo haces, solo estarás sacudiendo esa mugre por todo el suelo.
Abordar las manchas difíciles
Antes de fregar el suelo es importante que trates las manchas difíciles: lápiz labial, pintura, colores… usa una esponja para aplicar un poco de alcohol en la mancha. Déjalo reposar durante cinco minutos y luego limpia con una esponja limpia.
Para los derrames o alimentos secos, haz una pasta con bicarbonato de sodio y agua. Aplica la pasta al desorden seco y frota con una toalla húmeda.
Prepara soluciones de limpieza y enjuague
Si estás utilizando un limpiador comercial, sigue las instrucciones en la botella para la cantidad correcta de producto a utilizar en tu cubo para fregar el suelo. Es mejor usar agua caliente para ayudar a cortar las manchas de grasa y los líos pegajosos. Pon un poco de agua tibia o fría en un segundo balde para enjuagar la fregona. Limpiar todo el suelo con una fregona sucia dejará tierra y peores resultados.
Cómo limpiar suelos de cerámica y piedra natural
Aún más duradero que las baldosas de vinilo son los suelos de cerámica y piedra natural. La mayoría son resistentes a los arañazos, los derrames se eliminan fácilmente y vienen en opciones de diseño que se adaptan a cualquier decoración. El único problema de limpieza añadido para estos suelos son las juntas que se usan para llenar los espacios entre las baldosas.
Deshacerte de la tierra suelta
Siempre tienes que comenzar barriendo, aspirando o secando el polvo con una fregona en el suelo para eliminar la arena y la suciedad suelta.
Juntas del suelo limpias
Si las juntas no han sido bien selladas atraerá suciedad que no saldrá fregando el suelo de manera regular. Existen varios productos que eliminarán la suciedad, blanquearán y aclararán las juntas. Aplica uno de estos limpiadores a la vez y frota las líneas de las juntas con un cepillo de cerdas rígidas. Termina fregando el suelo como haces de costumbre. Además no te pierdas estos trucos:
- Bicarbonato de sodio y agua: haz una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Aplica la pasta a las líneas de las juntas con un cepillo de dientes o con el dedo. Usa un cepillo de cerdas rígidas para limpiar la tierra.
- Peróxido de hidrógeno: usa un gotero para aplicar el peróxido de hidrógeno a las líneas de las juntas. Déjalo funcionar durante al menos diez minutos y luego frota las juntas.
- Blanqueador a base de oxígeno: haz una pasta de blanqueador a base de oxígeno en polvo y agua. Extiende a lo largo de las líneas de las juntas y deja que funcione durante diez a quince minutos y luego frota para levantar el suelo.
Evita el uso de cloro en las juntas porque el uso a largo plazo puede hacer que las juntas se erosionen y se descomponga.
Últimos toques
Después de tener todo lo anterior en cuenta para que tu suelo de baldosas quede perfectamente, no te pierdas estos dos últimos puntos porque ayudarán a que tu suelo quede radiante por mucho más tiempo:
- Fregona mojada. Usando el limpiador apropiado para tu tipo de suelo de baldosas, sigue las instrucciones del paquete sobre cómo mezclar con agua. Recuerda, usar menos limpiador suele ser una buena opción. El exceso de producto en el suelo lo deja pegajoso y eso atrae aún más tierra.
- Enjuaga el suelo. Después de fregar con la solución de limpieza, enjuaga bien el trapeador y usa agua corriente para enjuagar cualquier residuo jabonoso que pueda quedar. Dejar secar al aire.
Ahora ya no tienes excusa para tener un suelo de baldosas bien cuidado y limpio todo el tiempo, ¡te encantará ver el suelo así de bien cuidado siempre!