Una de las cosas que tenemos los seres humanos es que nos cuesta mucho desprenderlos de los objetos. Bien sea porque pensamos que son parte importante para recordar, o bien porque acabamos desarrollando vínculos con esos elementos, se acaban convirtiendo en un cúmulo. Y eso provoca el caos y la desorganización.
Por eso, a continuación vamos a darte un listado de cosas de las que deshacerte, primero, para hacer una limpieza a fondo en tu hogar; y segundo, para dejar sitio a lo demás. Y es que, a veces, estancarse en el pasado puede provocar que no avances en el futuro.
Manteles que no usas o que están en mal estado
Si abres el cajón de los manteles, ¿a que tienes algunos que hace años que no usas? Quizá sea porque te parecen feos, o bien porque están en mal estado. Pero, sea como sea, son elementos que están ocupando espacio y que realmente no vas a utilizar. Entonces, ¿por qué no sacarlos de ahí y tirarlos? O mejor dicho, donarlos. Puede ser una buena opción además de que dejarás espacio para guardar otros, si es que los usas (no vale una vez al año) y harás limpieza de cajones.
Figuritas que no te gustan
Pueden haber sido por un regalo, porque te gustaron en su momento y ahora están rotas en ciertas partes, o por muchos otros motivos. El objetivo es hacer limpieza y, si bien no estamos diciendo que lo que esté roto ya no vale, sí hay que dejar espacio a otros elementos y no acumular.
Solo si son figuras muy importantes, el resto deberías tirarlos.
Ahora bien, sabemos que algunas son un “regalo” y que si después van a visitarte, si no la ven te pueden preguntar. Pues bien, tienes la opción de decir que la estás limpiando, o que se te ha roto. Eso sí, a ver si no te encuentras con que te regalan otra igual.
Accesorios de cocina que no usas
Seguro que si abres los cajones de la cocina te encuentras con algunas cosas que ni siquiera sabías que tenías. O que no has utilizado más que una vez en todo ese tiempo. Y sí, nos va a llegar a la cabeza el pensamiento de «guárdalo por si acaso». Pero, si en todo ese tiempo no lo has usado, ¿por qué vas a empezar a usarlo ahora? Ya sabes, a reciclarlo y a seguir con la limpieza.
Zapatos que ya no te pones
Es algo habitual que, a lo largo de los años, vayamos comprándonos zapatos y releguemos los que nos podemos. El problema es que al final nos hacemos con una colección de calzado enorme (y en realidad solos nos ponemos 1-2 pares de todos). Entonces, ¿para qué acumular?
Saca todos los zapatos que tengas, pruébatelos y dona aquellos que sabes que no te vas a poner. Por ejemplo, los tacones altos si no sueles llevarlos, las botas de montaña, zapatillas… Deja solo los que de verdad te pones y quizá 1-2 más que puedan ser interesantes. Pero ya está.
Haz limpieza de perfumes
Seguro que más de una vez te ha ocurrido que te has comprado un perfume, o te lo han regalado, y a la hora de usarlo no te ha gustado nada. O solo te lo has puesto una vez y está ahí muerto de risa.
Pues si eso pasa, empieza a quitarlos. No los vas a usar. No te gustan. Y ocupan espacio. Así que elimínalos. Si tienes muchos años, el perfume incluso se puede haber echado a perder.
Lo mismo puede pasar con el maquillaje. Si no eres de maquillarte mucho, es mejor tener pocos productos, o ninguno, porque estos caducan, más aún si están abiertos. Haz una limpieza a fondo incluyendo cremas (abiertas y cerradas) de paso.
El papeleo se recicla
Algo muy habitual en las casas es el papeleo. Que si un periódico, que si las cartas del banco, que si anotaciones… Aunque cada vez hay menos, seguimos teniendo cajones llenos de papeles y los vamos acumulando y al final hay que sacarlos.
Así que dedica unas horas a revisarlos y a quitarlos de tu casa si no sirven. De esta forma estarás obteniendo espacio extra y una limpieza en papeles que sirvan frente a los que no.
El cajón de las herramientas
En toda casa suele haber un cajón o una caja de herramientas de bricolaje. Pero a veces se meten otros elementos: que si un tornillo, que si una tuerca, que si un tapón por si acaso…
Pues bien, hay que hacer limpieza y dejar solo esas herramientas que de verdad nos sirven. El resto es mejor tirarlo. La gran mayoría de las cosas no sabrás de dónde salieron y eso significa que no los vas a usar.
Simplemente con este gestos de quitar lo que hemos acumulado a lo largo de los años estarás consiguiendo más espacio y también tener un mejor orden y limpieza. Así que, ahora que empezado el año, es el momento de dejar atrás lo inservible para hacer sitio a lo que de verdad te puede servir.